La Ciudad es una exhibición permanente de pérdidas de agua y los vecinos están hartos

¿Cuánta agua se derrocha por minuto en la Región? Difícilmente se sepa, pues nacen pérdidas todos los días en todos los rincones de la Ciudad y de toda el área “atendida” por la empresa Aguas Bonaerenses SA (Absa).

Si alguien quiere comprobarlo, puede ir a pasear a la Plaza Islas Malvinas. Allí, justamente, funciona el Centro Cultural del mismo nombre, donde a menudo se montan muestras de arte. Pues bien, en el espacio público hay otra muestra. Una de carácter permanente. Consta de, como mínimo, cuatro importantes pérdidas de agua, con todos los perjuicios que ello trae consigo.

En primer lugar, el derroche. Luego, la invitación a alejarse del lugar: ¿quién está a gusto paseando en una plaza donde las pérdidas de agua pintan un paisaje de semiabandono? Por último, el peligro que pueden suponer para ancianos y niños, ya que llevan allí tanto tiempo que se ha formado lo que popularmente se conoce como verdín.

Un recorrido húmedo

“Esta pérdida de agua lleva más de un año”, bramó un vecino de la calle 68, a la altura del número 680.

Estaba indignado y con razón. Un año sin solución a una pérdida de agua: increíble pero real.

“Estamos hartos. De la pérdida y de Absa, que vive diciendo que es una cuestión interna del edificio de departamentos. Pero los vecinos y vecinas juran y perjuran que no es así y también han realizado decenas de reclamos a la compañía. Absa debería efectuar una inspección y notificar claramente a los habitantes del barrio”, opinó el frentista de 68.

Otra vecina, Sandra Velázquez, se comunicó con este diario para alzar también su voz. “En la esquina de 9 y 68 hay una pérdida y el agua corre en dirección a calle 8. La vereda es un auténtico desastre”, describió.

El recorrido nos lleva a la zona del Bosque, desde donde llegan quejas de todo tipo. Las hay sobre avenida 60 y sobre 1. Y adyacencias.

Lejos de allí, en el barrio Aeropuerto, los vecinos hacen gimnasia. Y es que van caminando por las calles esquivando o, los que se animan, saltando charcos.

La caminata de obstáculos se extiende por avenida 7 entre las calles 607 y 608.

“Es una seguidilla de pérdidas de agua. Por lo menos hay tres. Una detrás de la otra. Y llevan mucho tiempo. ¿Reclamos? Hicimos decenas. Pero nadie vino. El servicio es un verdadero desastre”, calificó un hombre del lugar, ya enfadado luego de ponerle algo de humor a la cuestión.

Dos meses. Es el tiempo que llevan esperando algún tipo de respuesta en 138 entre 41 y 42, donde “todos los vecinos hemos reclamado ante la empresa, pero van 60 días sin noticias”, se quejaron.