Flor Lovaglio: “La gente espera una historia nueva que lo haga emocionar”

Si uno busca “Flor Lovaglio” en Spotify, encontrará antecedentes musicales que se remontan solo a 2018. Sin embargo, la cantante y actriz lleva en realidad más de una década en la música: en 2007 formó la banda juvenil Pocket que, durante 8 años, vivió un importante éxito a nivel local, llegando incluso a ser teloneros de Demi Lovato en el Estadio Islas Malvinas.

“Caminamos un montón. Fue una experiencia espectacular”, cuenta Lovaglio, en diálogo con EL DIA. Pero “hubo un momento donde empecé a crecer, a escribir desde otro lado, también me pasaron cosas, y entonces las canciones ya no tenían el mismo tinte. Primero hubo un año, dos, de bruma: no sabía para dónde salir corriendo: había unas canciones, pero no eran nada, no tenían un contexto. Hasta que me di cuenta de que no eran para una banda, no eran para Pocket, sino que era lo que me estaba pasando a mi, en ese momento: esas canciones me convencieron de que esto tenía que compartirlo desde una parte solista”.

Ese paso es el que Lovaglio lleva dando en esos últimos dos años, con un puñado de sencillos lanzados, dos de ellos durante esta cuarentena, y ganas de terminar un disco. Un paso a hacer música en solitario que, admite, “me costó un montón, fue una transición difícil”. 

“Me costó armar el equipo”, invitar a otros músicos “a compartir el camino”, músicos “que quieran ver crecer tus canciones”, explica. Sin embargo, de a poco conformó banda para lanzar sus primeros temas en solitario, canciones con reminiscencias al soul, el funk y el groove donde su particular voz se luce en matices, capaz de ir de lo terso a lo descarnado. “Aparecen estos tintes”, dice sobre estos géneros Lovaglio, “pero siento que hay una mezcla que tiene que ver con que soy argentina, que escuché rock nacional en mi adolescencia, y también escuché esos géneros, escuchaba las dos cosas paralelamente, son mis grandes influencias. Pero no sé si soy tan consciente al respecto, al menos desde la composición: siento que me salen canciones y después se visten de un colorcito”.

Su último lanzamiento es “Ando buscando”, un tema canchero y pegadizo “compuesto en un momento amable de mi vida: hay temas que te acompañan en momentos no tan lindos, pero en este caso yo estaba floreciendo después de una etapa un poco oscura”, relata, y confiesa que, en ese sentido, suele usar la música como como vehículo de catarsis “100%: me siento y largo todo. Me cuesta mucho escribir si no nace de una emoción real. A veces hago ejercicios, miro fotos, películas, cosas que me inspiran y escribo sobre eso. Pero ahí también hay una emoción, y eso es clave: si no, pasa a ser una canción más”.

“Ando buscando” llega después de “San Ansiedad”, primer lanzamiento en el marco de este 2020: ambos fueron grabados el año pasado, aunque con ciertas resonancias en el presente: “Te invito a que el tiempo pase”, canta, por ejemplo, en “San Ansiedad”. “A mucha gente le sirvió como mensaje. Y ambos temas se resignificaron: ‘San Ansiedad’ sobre todo, parece escrito en cuarentena, mis amigos me decían que soy una bruja”, se ríe Lovaglio, “pero ‘Ando buscando’ también, en algún punto, porque en este tiempo de cuarentena a mucha gente le pintó esto de la introspección, de mirarse un rato para adentro. La situación se prestaba para eso”.

Para el futuro, la cantante anda con planes de discos, algún tema nuevo “y algún showcito, aunque es difícil planificar en este contexto”, un contexto en el que, opina, la música se ha vuelto crucial. “La gente que disfruta de la música espera tus canciones, espera que le cuentes una historia nueva, que lo hagas emocionar con una historia nueva. Me parece que la música acompaña, sana: los que estamos cerca de la música lo entendemos, y por eso lo estamos. La música es fundamental”, afirma. “Y hoy es difícil hacer música, está muy castigado el rubro, como tantos otros: pero hay que ponerle onda, seguir en movimiento de la manera que se pueda”.