El Papa recibió al cardenal australiano que fue condenado y luego absuelto por pedofilia
Edición Impresa | 13 de Octubre de 2020 | 01:55

CIUDAD DEL VATICANO
El papa Francisco recibió ayer en audiencia privada al cardenal australiano George Pell, absuelto en un caso de pedofilia en su país y que regresó a Roma el miércoles 30 de septiembre tras más de tres años de ausencia.
La noticia fue comunicada a través del boletín oficial del Vaticano, que precisa a diario las actividades del sumo pontífice.
“Fue muy bien”, declaró Pell a Salvatore Cernuzio, periodista especializado en el Vaticano para el diario La Stampa.
El encuentro entre el Papa, muy susceptible a la presunción de inocencia, y su antiguo “ministro” de Economía, no sorprendió. Pero parece poco probable que el prelado australiano, de 79 años, obtenga una nueva función en la Santa Sede.
El cardenal Pell, que en teoría tenía que mantener una cuarentena de 14 días tras su llegada de Australia, ya fue fotografiado en la terraza de un café cerca del Vaticano.
El purpurado, un veterano de los asuntos económicos, fue nombrado en 2014 por el papa Francisco al frente de una inédita Secretaría de Economía, a cargo de controlar las finanzas en las diferentes administraciones de la Santa Sede.
La Curia Romana (gobierno del Vaticano), acostumbrada a una gran autonomía financiera, se mostró reticente a la iniciativa.
El cardenal fue condenado en marzo de 2019 a seis años de cárcel por violación y agresiones sexuales a dos monaguillos en 1996 y 1997 en la catedral de San Patricio de Melbourne, donde era arzobispo.
Su condena, confirmada en apelación, fue finalmente revocada por el Tribunal Superior de Australia, que lo absolvió en abril de cinco cargos de violencia sexual, por el beneficio de la duda.
Pell, que estuvo en prisión más de un año, estimó que el fallo le permitiría reparar “una grave injusticia”.
La última reunión presencial de Pell con el Papa se remonta al 27 de junio de 2017.
El cardenal dijo a sus amigos sacerdotes que “no podía esperar para mirar al papa a los ojos”, escribió Franca Giansoldati, vaticanista para el diario Il Messagero. “Esa oscura frase escondía la amargura de un cardenal que -durante ese terrible período- no pudo contar con ninguna palabra de consuelo, de apoyo, de amistad del papa”, añadió.
EL LIBRO DE PELL
En tanto, en un libro que escribió mientras estuvo preso, el cardenal Pell afirma que su “conservadurismo” pudo “exacerbar la hostilidad popular, sobre todo entre los laicos militantes”.
En extractos publicados a fines de septiembre en el mensuario religioso italiano “Il Timone”, el purpurado relata su estancia en una celda de prisión de Melbourne, de siete metros por dos, en la misma sección que un “terrorista musulmán” junto a otros detenidos que “gritaban desesperadamente por la noche”.
El cardenal, que en marzo de 2019 describió su emoción al recibir un día 80 cartas de apoyo, confirma su gran apego a los valores conservadores de la Iglesia y estima que sus posiciones pueden haberlo perjudicado.
Pell, que en 2002 se negó a dar la comunión a parejas homosexuales, comenta con preocupación la legalización en su país de los matrimonios del mismo sexo que se produjo en 2017 tras un referéndum. (AFP)
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