Robo, violencia y milagro: un repartidor recibió tres puntazos
Edición Impresa | 16 de Octubre de 2020 | 03:25

Sabía lo que le podía pasar. Por el trabajo de repartidor y porque le generaba mala espina el barrio, pero igual fue a visitar a su amigo. Tuvo los recaudos que exige la peste de los robos, pero así y todo no logró zafar: a Enzo, de 23 años lo interceptó un ladrón en la puerta de la casa, en la zona de Parque Castelli y le aplicó varias puñaladas, tres de las cuales fueron en el pecho, a la altura del corazón y una le provocó la lesión más importante en una pierna. Sin la moto por la que trabajó todo un año y aún conmocionado por la violencia extrema, ayer se recuperaba en su casa, junto a su familia.
A dos años de su debut como repartidor de una de la aplicación telefónica PedidosYa! el joven tiene historias que hablan de riesgo de vida en la calle. Entre esas una que habla de una escopeta apoyada en su cabeza. Ahora, fue un cuchillo intentando perforar sus costillas.
“Llegaba a la casa de un amigo, en 22 y 69. Estaba con el casco puesto cuando vi una persona en bici no me imaginé un robo, pero cuando se acercó me di cuenta y le tiré un golpe. Él me tiró también y me caí. Entonces, sacó un cuchillo y me lo clavó en una pierna. Después, me tiraba puntazos y me dio tres en la zona del pecho. De eso me quedaron hematomas”, le contó ayer Enzo a este diario.
Todo pasó en cuestión de segundos mientras esperaba que lo atendiera su amigo, a quien planeaba visitar después de su jornada de trabajo. “No iba para la casa de él desde hace un tiempo. Esa zona no me gusta mucho, pero bueno. Digo `voy´y bueh”, apuntó el repartidor. Ante la duda, intentó prevenir: “venía a velocidad para entrar”, recordó. Claro, en la puerta de la casa tuvo que frenar y ese fue el instante que parecía esperar el ladrón protegido entre las sombras de la cuadra.
La zona, según contó la víctima es de cuidado por un elemento estratégico para los ladrones. Usan las calles y avenidas de la zona de Parque Castelli como escenario de delito por su cercanía con vías que conectan con zonas de la localidad de Altos de San Lorenzo donde se refugiarían.
“En una cámara se vio que el ladrón iba en mi moto y con la bicicleta en la espalda, para el lado de 19 y 90. Ahí se han recuperado algunas motos robadas”, indicó Enzo.
El joven pasó a formar parte de la larga lista de repartidores asaltados en la Ciudad.
En casos, los atracos fueron acompañados con lesiones graves por el uso de cuchillos o armas de fuego y hace un año en Villa Ponsati fue asesinado Nicolás Pérez Gatti cuando entregaba un pedido de pizza y empanadas.
Enzo trabaja desde 2018. El primer tiempo lo hizo en bicicleta. “Ahorré durante un año para comprar la moto. Hace un año que la tenía”, lamentó. Mientras hacía la denuncia una luz de esperanza: “los policías se conectaron con la comisaría novena donde detuvieron a tres que le robaron en la calle a unos chicos y andaban en moto, pero no eran al final”, lamentó. Ya no piensa en los cortes ni en el día en el que le pusieron un arma en la cabeza en la puerta de su casa. “No pienso en otra cosa. Tengo que volver a trabajar”, señaló el joven que divide el día entre la mochila y los libros de la carrera de abogacía.
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