Ansiedad crónica: lo que no se debe hacer

Edición Impresa

Por PILAR GONZÁLEZ MORENO

Lidiar con la ansiedad, especialmente si es crónica, no es una tarea sencilla y máxime cuando nos empeñamos en afrontarla con soluciones que no funcionan, pero a las que recurrimos ¿Cuáles son esos comportamientos, artimañas o recursos que no funcionan?

Pues para empezar no da resultado evitar o huir de aquellas situaciones que nos provocan ansiedad. Esta actitud, muy habitual, tiene un efecto de alivio inicial, pero cuando volvemos a enfrentarnos a la situación que nos afecta probablemente nos costará más y la ansiedad aumentará.

Así lo ha explicado el psicólogo clínico Pedro Moreno, para quien tampoco funciona el evitar sentir. Se puede recurrir a tomar alcohol o ansiolíticos, pero no se ataja la causa.

El cuerpo necesitará cada vez más cantidad de estas sustancias para reducir las sensaciones corporales que provoca esta emoción producto de que nuestra mente anticipa miedos o desgracias, que luego muchas veces ni ocurren.

Tampoco es solución evitar pensar, el querer distraerse, llevar la atención a otra cosa o bloquear los pensamientos tampoco funciona a medio y largo plazo y lo mismo sucede cuando buscas a alguien para desahogarte y que te tranquilice.

Con todos estos recursos de los que echamos mano “no se ataca la raíz del malestar”, sino que se trata de reducir la ansiedad por medios que a la larga, y según Pedro Moreno, nos van a traer más ansiedad.

En su libro “Ansiedad crónica, una guía para pacientes e impacientes” (Desclée de Brouwer), el autor ofrece una serie de actividades y pasos a seguir para liberarse de las “trampas mentales” que nos causan este sufrimiento.

OTRAS SOLUCIONES

Sus soluciones están basadas en algunas técnicas de meditación, que él mismo practica desde hace muchos años.

Considera el especialista que calmar la mente, “reducir esa especie de eco mental” puede ser de gran ayuda para traer la serenidad y la tranquilidad. Para ello, indica, un primer paso es ser más conscientes de lo que pensamos cuando estamos mal. Después hay que permitir que los pensamientos o imágenes que aparezcan espontáneamente en nuestra mente estén ahí, sin hacer nada para bloquearlos o modificarlos.

 

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE