Defensa oficial por el cambio de postura, pero también para el embajador ante la OEA
Edición Impresa | 8 de Octubre de 2020 | 02:43

El jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, declaró que Argentina “no va a promover ningún golpe de Estado” así como tampoco “la defensa de gobiernos autoasignados” y ratificó la posición argentina en “defensa de los derechos humanos en todo el planeta”, al referirse a la situación en Venezuela durante su segundo informe de gestión ante el Senado, que se extendió ayer por varias horas.
Al responder preguntas de la oposición sobre la situación en Venezuela, tras la resolución de la ONU sobre violaciones a los derechos humanos en ese país, en medio de las diferencias que surgieron de las distintas facciones políticas que componen el Ejecutivo, el funcionario declaró que la actitud del Gobierno de Alberto Fernández “es de defensa de los derechos humanos” y reafirmó que “no hay distancia ni diferencia con lo que se vino haciendo siempre”.
“Nosotros no vamos a promover ningún golpe de Estado, no vamos a promover la defensa de gobiernos autoasignados como si sucedió”, sostuvo, en alusión al reconocimiento de la anterior gestión de Mauricio Macri al autoproclamado presidente de Venezuela, Juan Guaidó.
En ese sentido, aclaró que con su voto de respaldo al informe Bachelet en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, “Argentina ratificó la decisión de preservar los derechos humanos en cualquier ámbito y en cualquier Gobierno, no hay distancia ni diferencia con lo que se vino haciendo siempre”.
RESPALDO A RAIMUNDI
Además, defendió el trabajo del embajador ante la OEA, Carlos Raimundi, quien había sido blanco de las críticas de la oposición por haber evitado respaldar el informe presentado por la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de Naciones Unidas, Michelle Bachelet. “Estamos conformes con su tarea, no está bajo ningún estudio su funcionamiento ni su cargo. Quiero desmentir eso”, afirmó.
Raimundi, días antes de la votación en Ginebra, sembró dudas al respecto en otras delegaciones de países miembros de la postura argentina afirmar que “hay una apreciación sesgada de lo que son las violaciones de los derechos humanos”, en referencia a la Venezuela que gobierna el chavismo desde hace años.
El jefe de Gabinete dejó en claro que el Gobierno argentino también sigue con “preocupación” la situación de los derechos humanos en “otros países como Colombia y Bolivia” y la realidad, en el mismo sentido, “de la comunidad afroamericana de EE UU”. Mientras, aclaró que los bloqueos “nunca son el camino y el país siempre estará enfrente de ese tipo de decisiones”.
“Argentina no es parte de esa política y en ese sentido no se ha modificado en nada la posición de nuestro país”, completó.
LA ECONOMÍA Y LA PANDEMIA
Por otra parte, el jefe de Gabinete afirmó que “toda la actividad industrial y comercial funciona hace meses”, aseguró que ya no hay restricciones “agudas” como en el inicio de la pandemia de coronavirus, y cuestionó a la oposición por “convocar a marchas del contagio”.
Al brindar su segundo informe de gestión ante la Cámara de Senadores, Cafiero defendió -con críticas también a los medios- la implementación del aislamiento obligatorio para contener el avance de coronavirus en el país y fortalecer, al mismo tiempo, el sistema de salud de la Argentina.
Recordó que en el inicio del aislamiento social, preventivo y obligatorio “había restricciones más precisas y agudas que hoy no están” y graficó: “Nadie puede decir que la restricción de la circulación sea la misma hoy que en marzo”.
“La actividad productiva está totalmente funcionando”, aseveró Cafiero, pero admitió que todavía “quedan actividades económicas como turismo y espectáculos, que tienen ciertas limitaciones”.
En ese contexto, cuestionó las marchas convocadas por sectores de la oposición, durante los últimos meses, a las que calificó como “marchas del contagio”.
Además, recordó que Argentina “conserva una tasa de mortalidad baja porque supo fortalecer su sistema de salud”, y les pidió “dar el ejemplo”.
Por otro lado, Cafiero subrayó que el Gobierno está trabajando para “asegurar las dosis necesarias” de la vacuna contra la COVID-19 en el país. “No vamos a autorizar ninguna que no tenga todos los requisitos necesarios para aplicarse en nuestro territorio”, advirtió y dijo que la primera etapa de vacunación “seguramente estará destinada para la población de riesgo y los trabajadores de la salud”.
El funcionario, considerado la mano derecha del presidente Alberto Fernández, sostuvo también que la Argentina vive una “doble crisis” debido, por un lado, a la pandemia de coronavirus que afectó la economía del país y del mundo y, por otro, a las dificultades de la balanza de pagos que se iniciaron durante el gobierno del expresidente Mauricio Macri, en 2018 y 2019, y llamó a “dejar de lado la ventaja política” de cara al futuro.
El ministro agregó que “en el camino, la pandemia a todos nos sacó algo” y “nos empujó al desánimo social y personal”.
“No la ayudemos en esta tarea buscando la ventaja política oportunista. Estamos en el camino indicado. Con nuestras disidencias podemos encontrar el camino adecuado para levantarnos, una vez más”, reflexionó.
El jefe de Gabinete aclaró que el Gobierno no pone “excusas” al referir a “una crisis global, que evidentemente lo es”, sino que lo que se está buscando “es que se reconozca” la situación “con la gravedad que corresponde”.
“La oposición, si no baja los decibeles, si no se aleja del discurso del odio, va camino a convertirse en una ultraderecha antidemocrática y minoritaria”, dijo.
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