Alertan que Gendarmería se retiró de la toma de Los Hornos y los vecinos están desesperados

Sostienen que llegan cada vez más ocupantes y que la venta de lotes nunca frenó. Aumentan la inseguridad y el descontrol en torno al predio

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La situación que atraviesan los platenses que viven en inmediaciones de la “mega toma” de Los Hornos, una de la más grandes de la Provincia de Buenos Aires, es “desesperante”, afirmaron. Según alertaron ayer, el sábado los agentes de la Gendarmería abandonaron sus puestos y desde entonces “la toma es una joda”. “Si esto sigue así, nos vamos a ir todos y no va a quedar nadie porque ya no aguantamos más”, manifestó, en diálogo con EL DIA uno de los lugareños.

La ocupación arrancó en febrero. Y durante los últimos meses se mantuvieron algunos gendarmes vigilando el predio. Pero, contaron, “el sábado el último puesto que había de Gendarmería quedó vacío, no volvieron más. Y esto se transformó en una joda, con personas que van y vienen como quieren, transportan materiales, cemento y palos, e incluso han armado una especie de calle o corredor (a la altura de 84)”, relató un vecino de la zona que prefirió preservar su identidad.

El hombre dijo que “los terrenos se siguen vendiendo” y que el durante el fin de semana “se juntan en grupos de 30 a 40 personas a comer asado sin respetar ninguna medida de protección”.

“La verdad es que a esta altura no entendemos nada. Se dejaron llevar por la toma de Guernica y acá ya no queda nadie de Gendarmería. Ya está todo censado y hay 180 familias que van a obtener su terreno. Pero acá hay más de 1.000 familias”, denunció el vecino.

Por otro lado, afirmó que desde el inicio de la usurpación sufrió el robo de animales en un campo lindero y alegó que además “otros vecinos de toda la vida que se dedican a la agricultura perdieron 70 metros de siembra porque ya les han robado la cosecha. Y a otros les han robados sus caballos”.

Desde la zona plantearon que “no soportamos más esta situación que estamos viviendo” y que “es cada vez peor, con menos control y con cada vez más gente que se mete al predio”.

El predio, que fue ocupado en febrero, abarca desde 76 hasta 90 y de 141 a 155. Una parte de las tierras pertenece al Gobierno Nacional que adoptó la decisión avanzan con la construcción de un complejo habitacional. Según el Gobierno, se trata de 864 lotes aptos para la construcción de viviendas, de un total de 1500 previstos en todo el emprendimiento, espacios verdes y las correspondientes infraestructuras de servicios de red, incluyendo la apertura de calles internas, en continuación y articulación con la red vial existente.

Sin embargo, los vecinos denuncian que los beneficiarios son una pequeña porción en relación con la vasta cantidad de personas que llevan a cabo la ocupación, por lo que no ven un horizonte de solución al conflicto.

 

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