El Congreso marcará el pulso político hasta fin de año

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Mariano Spezzapria

@mnspezzapria

A partir de hoy y hasta fin de año, el Congreso será el escenario de grandes batallas políticas. El oficialismo avanzará con un paquete de leyes económicas para sellar el acuerdo con el Fondo Monetario, incluido el cambio a la fórmula de movilidad previsional; mientras que la oposición armará una agenda paralela de rechazo a las tomas de tierras, al consenso fiscal que perjudica a la ciudad de Buenos Aires y a la violación de los derechos humanos en Venezuela.

El telón del enfrentamiento parlamentario se abrirá este miércoles en la Cámara de Diputados, donde habrá dos sesiones especiales pegadas, una detrás de la otra. La primera fue pedida por Juntos por el Cambio y podría quedar en minoría, sin el quorum necesario para poder legislar; la segunda fue convocada por el Frente de Todos para demostrar –en términos políticos- que cuenta con los aliados necesarios como para aprobar leyes sin concurso de la oposición.

De todos modos, el oficialismo intentará no romper los puentes a través de un proyecto de resolución de “repudio a las amenazas, intimidaciones e intentos de hackeo que han recibido en sus redes sociales periodistas, académicas y referentes feministas” tras el anuncio del Gobierno de la iniciativa para legalizar el aborto. Entre los firmantes del proyecto figuran las diputadas opositoras Silvia Lospenatto (PRO), Brenda Austin (UCR) y Graciela Camaño (Consenso Federal).

Pero más allá del proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE), que el presidente Alberto Fernández aún no envió al Congreso, la controversia más aguda entre el oficialismo y la oposición se dará con el cambio de la fórmula de cálculo de los haberes de los jubilados y pensionados, que mañana tendrá dictamen de mayoría en una comisión bicameral. Hace tres años, una reforma que pidió el Gobierno de Mauricio Macri terminó en un escándalo.

Ahora, el Gobierno necesita sancionar una nueva reforma como parte de las negociaciones del ministro de Economía, Martín Guzmán, con los enviados del FMI. La fórmula se hará en base a la recaudación fiscal y al índice de actualización salarial, pero no incluirá a la inflación. “La historia no puede explicar por qué hay piedras en los gobiernos no peronistas y en los peronistas no hay”, ironizó el jefe del interbloque de diputados de JxC, el radical cordobés Mario Negri.

El eventual acuerdo con el FMI también pasará por el Congreso. El presidente Fernández y el ministro Guzmán necesitan del aval político de los dos socios principales del FdT, como lo son la jefa del Senado, Cristina Kirchner, y el titular de Diputados, Sergio Massa. Además, el oficialismo buscará el apoyo de posibles aliados como los diputados que responden a Roberto Lavagna, que anunciaron su disposición a votar el programa.

En el paquete económico incluye una reforma tributaria -con nuevas contribuciones que incluiría un impuesto a los seguros de los vehículos-, el consenso fiscal que preanuncia una controversia entre el Gobierno nacional y el porteño –el alcalde Horacio Rodríguez Larreta pide a sus aliados en JxC que voten en contra- y el postergado gravamen a las grandes fortunas o “aporte solidario”. En el Senado, en tanto, queda la reforma a la ley orgánica del Ministerio Público Fiscal y el tratamiento de la postulación del juez federal Daniel Rafecas para la Procuración.

Por estos motivos, las autoridades legislativas prevén una extensión de las sesiones ordinarias durante diciembre, pudo saber EL DIA, al tiempo que el Poder Ejecutivo convocará a extraordinarias en enero o febrero. Además de la pulseada entre el oficialismo y la oposición, los temas pendientes de tratamiento pondrán a prueba la relación política entre el presidente Fernández, su vice Cristina y Massa, los socios principales de la coalición gobernante.

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