“El Greco en Illescas”, la última etapa del genio de Toledo

Cinco pinturas del autor renacentista, realizadas para el santuario de Nuestra Señora de la Caridad en su ciudad natal, se exhiben en una muestra en el Prado

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MADRID

El Museo del Prado inauguró su exposición “El Greco en Illescas”, en una muestra de cinco pinturas realizadas por el pintor para el Santuario de Nuestra Señora de la Caridad (Toledo, España) y que muestran la última etapa del creador, “un genio que se adelantó a su época” y cuyas obras vuelven a “su segunda casa”, el Prado.

“Los retablos nos muestran la obra del Greco, un genio que desconcertó a sus contemporáneos al adelantarse a las escenografías del barroco con esta obra, en un claro avance a su época”, resaltó Leticia Ruiz, jefa de Pintura Española del Renacimiento del Museo español.

El Museo del Prado, junto con el apoyo de Funcave (Fundación Hospital Ntra. Sra. De La Caridad Benéfica de Vega), la Fundación de Amigos del Museo del Prado y la Comunidad de Madrid, expone cinco pinturas pertenecientes a las “últimas etapas de creación del Greco”, portadas desde El Santuario de Nuestra Señora de la Caridad (Illescas), que podrán observarse hasta el 28 de febrero.

Aunque algunos de los cuadros que componen la muestra ya estuvieron en los años 80 en el Museo del Prado para ser restaurados y estudiados, es “la primera vez que todas las obras pueden observarse juntas en este Museo, lo que supone un espectáculo en sí mismo”, detalla Ruiz, quien considera el Prado como “la segunda casa de las obras del Greco”.

MUESTRA EN ILLESCAS

Las cinco obras pertenecen a la muestra que el pintor realizó para el Hospital de Misericordia y Beneficencia de Illescas, uno de los espacios religiosos de más importancia de Toledo en la época, donde se encuentra la imagen de la Virgen de la Caridad, que da inspiración a los cuatro lienzos de diferentes dimensiones y formatos, realizados para ser colocados en la capilla.

Además de los cinco cuadros creados por el Greco para el templo toledano, pueden observarse también en la muestra las telas del retablo mayor del Colegio de Doña María de Aragón (1597/1600), presentando un “conjunto único” en el que observar los rasgos distintivos en las obras del pintor durante su última etapa de creación.

Del uso de las características figuras alargadas del cretense, que se ve “especialmente enfatizado” durante la etapa final, al desinterés por las convenciones espaciales, y el uso de pinceladas deshechas y vibrantes, además de un cromatismo reducido y una iluminación relampagueante, así como el uso de retratos, como es el caso de la representación de San Ildefonso en una de las cinco obras.

La muestra es “un acierto y uno de los conjuntos más bellos del 1600”, según explicó Andrés Úbeda, director de Conservación e Investigación del Prado, quien subrayó la “satisfacción” adjunta a poder inaugurar una exposición más durante los tiempos de pandemia, así como la importancia de “reforzar el espacio” a través de exposiciones.

UN LOGRO EN PANDEMIA

Para José Manuel Tofiño, presidente de Funcave y alcalde de la localidad de Illescas, se trata de una de las “máximas exposiciones culturales del patrimonio de Illescas”, en un mensaje que también reforzó la Consejera de Cultura y Turismo de la Comunidad de Madrid Marta Rivera, quien ha sostenido que “el camino de Illescas a Madrid es de ida y vuelta” durante la presentación de la muestra.

Rivera celebró que “el Prado se engrandece” con la llegada de una exposición más durante los meses de pandemia, en los que es necesario “ir de la mano de la cultura, la belleza y la generosidad” para salir adelante.

También coincidió en que se trata de “un día de celebración” la Secretaria general de la Fundación Amigos del Museo del Prado Nuria de Miguel, apostillando que inaugurar exposiciones durante esta época es un “claro mensaje de optimismo” que debe permanecer.

 

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