De las Cruzadas a las guerras mundiales

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Desde la época de las cruzadas hasta las dos guerras mundiales, las palomas mensajeras fueron empleadas con fines militares, donde los ejércitos podían enviar mensajes, atando en la pata de la paloma un “colombograma” o mensaje en clave. Pero hoy en día se usan solo en competencias, en las cuales las palomas, con el entrenamiento adecuado, pueden volar hasta 800 kilómetros en un día.

Durante las dos guerras mundiales, se emplearon muchas palomas mensajeras, y algunas de ellas salvaron muchas vidas llevando mensajes a través del Canal de la Mancha. Esos mensajes eran enviados por los espías en el frente, indicando dónde serían los bombardeos para que las personas pudieran ponerse a resguardo. Algunas palomas, inclusive, fueron condecoradas por sus servicios.

Es que las palomas mensajeras se distinguen por su rápida orientación, y existen diferentes teorías acerca de su sentido tan desarrollado. Algunas indican que las palomas reconocen o perciben los campos magnéticos terrestres y con ello pueden ubicarse. Sin embargo, en experimentos en que se colocaron imanes en las palomas para modificar la percepción de los campos magnéticos, no hubo diferencias con respecto a las otras palomas sin imanes.

Otra teoría indica que las palomas utilizan el desplazamiento aparente del sol con respecto de los lugares a que son llevadas (menotaxia) lo que le sirve a la paloma para indicar en que rumbo se encuentra su palomar, y es un hecho que las palomas se orientan mejor en un día soleado que en un día nublado. Asimismo, el reconocimiento de sitios previos (farotaxia) les permitiría

ubicar desde el aire su palomar, del que tienen un gran apego. Esta característica, aunada a su sentido de orientación, es lo que ha permitido el desarrollo de la colombofilia, ya que las palomas siempre buscarán regresar a su palomar de origen cuando son llevadas a otra parte.

Es que las palomas mensajeras, con el entrenamiento adecuado, pueden volar hasta 800 kilómetros en un día, y en tramos cortos, con viento a favor, pueden alcanzar velocidades de hasta 100 km por hora. Por esto se les considera atletas de alto rendimiento, considerando que pesan entre 350 y 500 gramos, y su consumo de alimento es de entre 25 a 35 gramos por día, dependiendo de la actividad física, y muy resistentes a la fatiga.

 

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