En la Región, la nafta súper pasó a casi $65 y la premium, a $75

Son los precios que fijó YPF. Shell también incrementó todos sus combustibles junto a otras petroleras más pequeñas del mercado. No descartan una nueva alza antes de fin de año

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La petrolera Raizen subió también ayer un promedio de 2,96 por ciento los precios de todos sus combustibles que comercializa a través de la marca Shell, luego de que por la madrugada YPF anunciara un incremento de 2,5 por ciento promedio a nivel país, 2,85 por ciento en el AMBA y nuestra región, y se esperaba anoche que las demás empresas se sumarán en las próximas horas a esos incrementos en el surtidor.

Con este nuevo incremento, en La Plata el litro de nafta súper en YPF se fue a $64,60 y el de Infinia (premium) a $74,94, mientras que el gasoil quedó en $61,30 el litro de Diésel 500 y el de Infinia Diésel $70,90.

Mientras que en Shell el litro de súper pasó a costar $65,63, la V Power se fue a $76,39 y el Diésel V Power quedó en $73,32.

El precio de expendio por litro, siempre un poco más barato que en la Región, en la ciudad de Buenos Aires quedó para la V-Power nafta pasó de $ 72,74 a $ 74,90 (+2,97 por ciento), para la Nafta Súper de $62,64 a $ 64,56 (+3,07 por ciento), para la V-Power Diesel de $68,89 a $ 7,81 (+2,79 por ciento) y para la Fórmula Diesel de $ 59,99 a $ 61,79, un incremento del 3 por ciento.

Puma y Gulf, dos actores chicos en el mercado de combustibles, incrementaron sus precios con el primer minuto de ayer, en línea con la decisión de YPF:

La petrolera de mayoría estatal YPF definió un incremento del 2,5 por ciento promedio de sus combustibles a partir del primer minuto de ayer, aunque en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y en la Región la suba promedio fue del 2,85 por ciento.

“Este aumento se encuentra en línea con la decisión de ir recortando brechas entre la capital federal y el resto de las provincias”, afirmó la compañía a través de un comunicado.

El gerente de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines (Cecha), Guillermo Lego, anticipó ayer que “la idea es que haya otro aumento antes de fin de año”.

“De acá a fin de año falta un aumento del 6 ó 7 por ciento, pero seguramente en diciembre haya un aumento similar al de ahora”, apuntó Lego en declaraciones radiales.

“Las empresas han firmado acuerdos salariales por lo que se incrementa el costo laboral, lo que hace que necesiten el aumento”, explicó Lego, quien sostuvo que “en promedio se está vendiendo el 65 por ciento de la nafta que se vendía” por lo que “no se ha recuperado” los niveles pre pandemia.

El de ayer fue el cuarto aumento que registra el sector en el precio de los combustibles, cuya última suba se había producido el 16 de octubre y fue de un 3,5 por ciento promedio.

En esa oportunidad la suba respondió aplicar el aumento de los valores en el Impuesto a los Combustibles Líquidos (ILC), el Impuesto al Dióxido de Carbono (IDC) y los biocombustibles.

Las anteriores subas se concretaron el 19 de agosto, con un incremento promedio de 4,5 por ciento; y el 19 de septiembre, con un ajuste de 3,5 por ciento.

De esta forma, en lo que va de año, los precios de la nafta y el gasoil tienen un acumulado de alrededor del 15 por ciento.

Como suele suceder, cada vez que YPF aumenta el precio de sus combustibles el resto de las compañías hacen lo propio y la primera en hacerlo fue Shell, que aplicó una suba un poco más arriba a la de la petrolera nacional.

 

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