En la Rosada descartan que el acuerdo con el FMI incluya reformas estructurales
Edición Impresa | 14 de Diciembre de 2020 | 03:59

El Gobierno “no” negocia reformas estructurales con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Lo aseguró ayer el ministro de Economía, Martín Guzmán, días después de que una comitiva de funcionarios de esa cartera se reuniera en Washington con miembros del organismo multilateral de crédito, en el marco de la búsqueda por un nuevo programa financiero.
Por ahora, según contó el economista, las conversaciones con el FMI se limitan a los objetivos macro y al mercado de capitales, pero no incluyen “reformas estructurales de la economía.
En el complejo contexto actual, el Ejecutivo apunta a cerrar en los próximos meses con el Fondo un programa que reemplace al firmado en 2018 y que incluyó un préstamo por 57.000 millones de dólares del que el organismo llegó a desembolsar poco menos de 45.000 millones. El Gobierno eligió un tipo de acuerdo que consiste en un programa a largo plazo para refinanciar el repago del saldo adeudado por el Estado. En esos casos, el Fondo suele reclamar reformas estructurales (impositivas, laborales, previsionales) a cambio de un plazo mayor de devolución. Según esos programas, el Fondo “financia” reformas y el país dispone de unos años para empezar a recibir beneficios de las mismas para entonces, sí poder empezar a devolver el crédito.
“Se elige ese programa porque el período de repago es más largo. Sobre las así llamadas reformas estructurales, hoy no se está discutiendo. Ni siquiera se les está dando ese nombre”, aseguró durante una entrevista Guzmán, quien no obstante admitió que “Argentina tiene problemas estructurales clarísimos”.
Luego, desgranó que “tenemos una estructura productiva que es incapaz de generar inclusión en todos los sectores de nuestra estructura sociodemográfica, generar un crecimiento de la productividad que nos permita una economía con más dinamismo, con más valor agregado, generar un crecimiento de las exportaciones que nos permitan poder pagar las importaciones que el crecimiento sostenido requiere”.
El programa vigente con el FMI requiere que el país devuelva entre 2022 y 2023 unos 40.000 millones de dólares, algo que el Gobierno considera fuera de sus posibilidades.
Para Guzmán, “que el FMI esté en Argentina es una circunstancia. Si me preguntan a mí o cualquier funcionario de nuestro gobierno si quisiéramos tener al FMI en Argentina, todos vamos a decir que no. No queremos que el FMI esté en Argentina. Pero está porque se tomó un préstamo récord de 57.000 millones de dólares, de los cuales se desembolsaron 45.000 millones y no resultaron en nada que le implique a Argentina una mayor capacidad productiva. Nosotros tenemos que resolver el problema con responsabilidad”.
El ministro, que anticipó que este año el país terminará con un déficit fiscal cercano al 9 por ciento del PBI -incluso mayor al que estimaban algunas consultoras- y que se prevé rebajar a la mitad el año próximo, advirtió también que “hemos tenido mucho tiempo de déficit fiscales crónicos, no en momentos como el actual. Ahora hay que tener déficit fiscal, hay que impulsar a la economía. El gasto crece -sacando los gastos COVID-19- para que la economía tenga fuerza para recuperarse. Pero no siempre tiene que ser así porque sino terminamos o tomando más deuda o recurriendo al Banco Central imprimiendo pesos, y sabemos que parte de esos pesos, en la medida en que no se corrija el déficit, terminan yendo al dólar”.
Ya concluida la misión de los funcionarios argentinos en Washington, se espera que el diálogo con el Fondo continúe en los próximos días con el eje puesto en el programa financiero y alternativas para dar mayor profundidad al mercado de capitales local.
En tanto que ayer, fuentes oficiales detallaron que “la misión -en la capital estadounidense- concluyó con éxito, aunque en esta etapa no se espera nada resolutivo” en las conversaciones mantenidas con el organismo.
Cabe recordar que el jueves pasado, el embajador argentino en los Estados Unidos, Jorge Argüello, arriesgó que “la posición de los Estados Unidos será determinante para el acuerdo, de manera que estamos negociando con el Fondo y desplegando una estrategia con todos los países miembros del board (Junta), además de una estrategia particular con el Tesoro estadounidense”. Y en cuanto a los progresos de las negociaciones, el embajador consideró que hay “muy buenas expectativas” de alcanzar un acuerdo en los próximos meses, debido a que “esta gestión del Fondo Monetario coincide con los elementos centrales de la contraparte argentina”.
“El Fondo Monetario Internacional es una circunstancia, no queremos que esté en Argentina”
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