Brusco viraje del Tribunal de Cuentas: iba a controlar al Grupo Bapro pero se arrepintió

En marzo había aprobado una resolución para auditar a las empresas. Pero ahora decidió dar marcha atrás y estalló la polémica

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Por JOSÉ PICÓN

jpicon@eldia.com

El Tribunal de Cuentas de la Provincia quedó envuelto en una nueva polémica. Esta vez, por el brusco y sorpresivo viraje que formalizará hoy y que, en términos prácticos, implicará que se mantenga al margen del control de los gastos que realizan las empresas del Grupo Banco Provincia.

La historia del sorpresivo volantazo del organismo que lidera Eduardo Grinberg comenzó a escribirse en el mes de marzo. Días antes de que irrumpiera con prepotencia la cuarentena dispuesta por el gobierno nacional, el Tribunal aprobó una disposición para comenzar a controlar los gastos de las empresas que integran el Grupo Bapro. Hasta ese momento, nunca antes el organismo de control provincial había puesto la lupa sobre las cuentas del holding que integran Provincia Seguros, Provincia Net, Provincia Vida, Provincia ART, Provincia Leasing, Provincia Mandatos, Provincia Fondos y Provincia Bursátil.

Pero allá por marzo, con el voto del presidente y de los cuatro vocales (Gustavo Diez, Ariel Pietronave, Juan Pablo Peredo y Daniel Chillo), el Tribunal de Cuentas declaró su competencia para auditar. La curiosidad del caso es que el organismo realiza auditorías y juicio de cuentas en el Banco Provincia pero nunca había metido mano en el Grupo Bapro.

Cuentan que el Grupo envió una carta al organismo que preside Grinberg para cuestionar la decisión de auscultar en los gastos que realizan las empresas, por considerar que los fondos que manejan son extrapresupuestarios.

Ese reclamo fue el inicio de un proceso en reversa que culminará hoy. Fuentes cercanas a Grinberg le quitan dramatismo a la rectificación. “No vamos a autocorregir”, admiten. “El Grupo no tiene asignación presupuestaria de la Provincia ni administra bienes del Estado”, señalan. Y por lo tanto, consideran que “no está entre las competencia del Tribunal intervenir en la revisión de cuentas del Grupo”.

En la Presidencia del Tribunal minimizan la polémica. “Nos vamos a autocorregir”, dicen

 

Pero la decisión del Tribunal de volver sobre sus pasos no es unánime. Y generó una profunda grieta entre los funcionarios más cercanos al oficialismo y aquellos que se vinculan con la oposición.

De hecho, la mayoría que se conseguiría en el plenario de hoy para consumar el viraje estará compuesta por Grinberg y los vocales Peredo y Chillo, todos cercanos al gobierno de Axel Kicillof o al peronismo.

Grinberg, de origen radical, es un histórico del Tribunal de Cuentas. Pero apenas asumido Kicillof comenzó a mostrar sintonía con el nuevo mandatario. De hecho, su hijo Ignacio, que supo cumplir un rol de fuerte influencia en el Tribunal, fue designado como adjunto en la Asesoría de Gobierno de la Provincia.

Peredo es un técnico vinculado al peronismo, cercano al intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde. En tanto, Chillo reporta al presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, Sergio Massa.

Del otro lado del mostrador avalando la competencia para auditar al Grupo Bapro votada en marzo quedaron Diez y Pietronave. Ambos reportan a Juntos por el Cambio. Y en el caso de Pietronave, puntualmente, al intendente de Lanús, Néstor Grindetti.

Cerca de estos dos vocales creen que el Tribunal de Cuentas no tiene nada que rectificar. Por el contrario, pretenden mantener la competencia para auscultar en el Grupo Bapro.

“El presidente del Tribunal de Cuentas, por pedido directo de uno de los nuevos secretarios y que respondería y hablaría en nombre del Gobernador, intentará borrar con el codo lo escrito y votado por él hace solo 8 meses, con un dictamen que viola todas las leyes y jurisprudencia del organismo”, dijeron los voceros. Y añadieron que “se intenta determinar que ninguna empresa debería ser auditada por el Tribunal. El presidente olvida que en el caso de una auditoria a ABSA que sería ahora no auditable, procedió a denunciar penalmente por irregularidades a su entonces titular (Guillermo Scarcella) y que durante años votó y aprobó multas y cargos a más de 30 empresas de la Provincia”.

Parte de los cañones de la oposición están apuntados hacia la humanidad de Alejandro Alegretti. Hace algunos meses fue designado en la estratégica secretaría de Relaciones Institucionales y Profesionales del organismo. Fuentes de Juntos por el Cambio aseguran que fue promovido por el Gobierno provincial “para intervenir y manejar” el Tribunal.

La oposición apunta a un secretario que, asegura, tienen un amplio manejo en el organismo

 

Algunos voceros aseguran que tiene un amplio manejo en las cuestiones administrativas del organismo que preside Grinberg. El dato que le hace ruido a la oposición no es tanto que Alegretti ocupe esa secretaría, sino que a la vez, en medio de la discusión por el Grupo Bapro, el funcionario sea al mismo tiempo vicepresidente de la Fundación Banco Provincia.

Si bien la votación se produciría hoy, el asunto no quedaría saldado. Cerca de los vocales opositores anticipan que seguirán dando la pelea, que trasladarán desde los escritorios del Tribunal de Cuentas hasta dependencias judiciales. “La vamos a seguir en la Justicia”, prometen.

 

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