Mercosur rumbo a los 30 años: la búsqueda de un bloque fuerte en un mercado díficil
Edición Impresa | 18 de Diciembre de 2020 | 03:12

Concepción Moreno
Columnista de la agencia EFE
La necesidad de un bloque fuerte en un mercado internacional complejo debido a la pandemia del Covid-19 se plantea como gran objetivo del Mercado Común del Sur (Mercosur) para su trigésimo aniversario, que se cumplirá en marzo de 2021, durante la presidencia “pro tempore” de Argentina.
Al término de la Cumbre de presidentes de Estados miembros y asociados, celebrada de manera virtual, Uruguay entregó el testigo sin haber cumplido el mayor de sus deseos: la ratificación del acuerdo entre el bloque y la Unión Europea (UE), firmado en 2019.
Ese fue el punto final de una cumbre que se cerró con una reafirmación de “máxima voluntad” de los miembros (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) y de Bolivia, estado asociado que trabaja por una próxima adhesión, de cerrar el Acuerdo de Asociación con la Unión Europea (UE) y de “sortear los desafíos que han impedido” la finalización de este proceso de más de 20 años. El documento fue firmado por los presidentes Alberto Fernández (Argentina), Luis Arce (Bolivia), Jair Bolsonaro (Brasil), Mario Abdo Benítez (Paraguay) y Luis Lacalle Pou (Uruguay).
Sobre otros acuerdos, el comunicado enfatiza la importancia de los avances en la revisión legal del acuerdo Mercosur-EFTA (Asociación Europea de Libre Comercio) y deseando “la pronta conclusión” de los trabajos técnicos pendientes.
Además, los países del bloque afirmaron su compromiso por impulsar políticas en pos de la reactivación económica, preservar puestos de trabajo a raíz de la crisis generada por el covid-19 y consolidar el estatuto de ciudadanía del Mercosur, que esperan finalizar en 2021.
Durante las intervenciones, el presidente de Paraguay, Mario Abdo Benítez, pidió que el Mercosur sea un constructor “de puentes de unión y no de murallas”, en el que la integración se lleve a cabo con una visión que esté “más allá de cualquier ideología”.
Para ratificar esa necesidad, su homólogo brasileño, Jair Bolsonaro, expresó su preocupación por “discordancias puntuales” en el seno del bloque y pidió “trabajar juntos” para poder competir en un contexto internacional. El mandatario brasileño pidió “trabajar juntos” para que los países miembros no sean “sobrepasados por otros mecanismos que tienen objetivos semejantes” a los del bloque y para no quedar “en el pelotón de atrás en materia de desarrollo”.
Bolsonaro, sin embargo, no se refirió a las discrepancias que algunos países de la UE han expresado en los últimos meses sobre el acuerdo con el Mercosur por la política medioambiental de Brasil.
Por su parte, Lacalle Pou recordó el peligro del “proteccionismo” económico en tiempos en que los Gobiernos deben cuidar a sus poblaciones por la pandemia y resaltó “la vocación regional, la vocación de pertenencia, la vocación de participación de un bloque como Mercosur”.
“Es una posibilidad de agrandarnos, es una posibilidad de tener más peso en el contexto mundial y afirmamos esa vocación en estos tiempos”, indicó.
Su homólogo argentino, Alberto Fernández, dijo que el Mercosur debe mejorar su comercio internacional, aunque ello no debe basarse en una “apertura frívola y principista”, como tampoco debe cerrarse al mundo “de manera anacrónica”.
Y destacó que, durante su presidencia “pro tempore”, se revisará “el valor de cada acuerdo comercial” que el bloque está negociando y se avanzará solo en aquellos en los que realmente se pueda lograr una apertura.
Que el Covid-19 ha cambiado la vida de todo el mundo es un hecho, pero no lo es menos que en todos los ámbitos -social, económico o político- se pretende la máxima normalidad. Por eso, los mandatarios de Uruguay y Argentina escenificaron el tradicional relevo adaptado a los tiempos de pandemia y videoconferencias.
Desde su despacho, Lacalle Pou extendió el mazo -símbolo del mando temporal en el bloque- hacia su derecha para que “viajara” desde su pantalla a las manos de Fernández, quien lo tomó por su izquierda.
En ese divertido momento, que sacó la sonrisa del mandatario argentino, el uruguayo bromeó con su par y le sugirió que podía pasarle también “un pedazo de asado”, recordando la cita que ambos mantuvieron en Anchorena (suroeste de Uruguay) el 19 de noviembre, en la que compartieron ese tradicional almuerzo rioplatense.
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