El skate, un furor surgido en los ‘70 que vuelve a agotar stocks en la Región

Agotados. Entre estar en el centro de la moda de adolescentes y jóvenes, presentarse como otro recurso a la hora de entretener al aire libre a los más chicos y ubicarse por sobre las preferencias de los regalos navideños, los skates “volaron” de los comercios de la Región. Los valores arrancan en los 9.000 pesos.

La fiebre de las también llamadas “patinetas” no es nueva; reedita, en rigor, aquella tendencia de los años 70 cuando las tablas con cuatro rueditas fueron furor primero entre los jóvenes estadounidenses y luego entre los locales. Asimismo, un famoso personaje como Bart Simpson, pero ya hacia finales de la década del 80, aparece representado sobre el andar de un skate.

En La Plata, por caso, en épocas en que no existían las pistas que se fueron inaugurando con los años, la cita obligada, recuerdan los vecinos memoriosos, era en la “bajadita” de 1 y 33, donde los chicos de distintos barrios se ponían en fila para largarse desde la “cima” de la particular calzada de la Ciudad. Más acá en el tiempo, los aficionados a la pequeña tabla coparon espacios para nada adecuados a la actividad, como los veredones del Teatro Argentino, una movida que rechazaron por completo los frentistas de la zona.

Con el tiempo se fueron habilitando pistas de skates públicas (de acceso libre y gratuito) en la Ciudad, la primera con rampas y una arquitectura propia para la práctica se inauguró en la rambla de la avenida 32 a la altura de la calle 26. Después se sumó otra en el barrio Jardín.

Ahora, una semana antes de la Navidad, se agotó, frente a una intensa demanda, el stock de skates disponibles en los pocos negocios platenses donde se venden. “Lo que había ya no venía alcanzando para lo requerido para las ventas y en los últimos días, con las compras para el arbolito, la cantidad de pedidos estalló, y no quedó ni uno”, contó el dueño de un local de 12 entre 59 y 60.

Parte del fervor por la adquisición de skates se debe, según sostienen quienes conocen el mercado, a la salida del aislamiento que originó la pandemia, pues una de las características del presente “boom” de esos rodados es que la demanda responde al interés no sólo de los jóvenes sino también de los más chicos. “Esta vez, muchas de las consultas son porque los están pidiendo nenes desde los 7 u 8 años, y eso es porque con el skate tienen una forma más de entretenerse en la plaza o los parques y con menos riesgos de contagio”, explicó el mismo propietario de la casa de ventas de patinetas.

Estas tablas con ruedas y rulemanes, por lo general muy coloridas y acordes a la estética de las tribus urbanas a las que pertenecen los skaters, son, en su mayoría importadas. Con la irrupción del COVID-19 se redujo el ingreso de esos productos al país y en los comercios, donde vieron venir la ola de demanda, realizaron algún acopio. Pero con la proximidad de la Nochebuena, los que quedaban se terminaron.

Como se dijo, son escasos los negocios de la Región que se dedican a la venta de skates. Una de las escuelas locales de la actividad, que dirige Guillermo Avegliano, tiene incorporada la comercialización de patinetas. Allí también están en falta desde hace unas semanas. “Los buenos, los profesionales, no los que se venden en las jugueterías, no se consiguen por ahora”, dijo el joven.

La apuesta de los comerciantes dedicados a ese rubro apunta ahora a la próxima fecha de grandes consumos: los Reyes Magos. Se espera que todos los pedidos sean atendidos y contar con un buen stock de skates para el 5 de enero de 2021.