Quebró una racha de 15 partidos sin victorias

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Estudiantes, al fin, encontró su desahogo. Y no es para menos. Después de 15 partidos y más de diez meses de sequía, consiguió una sonrisa, gracias a la victoria de anoche por 3-2 sobre Vélez, en Liniers, en el marco de la cuarta fecha de la Zona Complementación B.

El equipo albirrojo, que había superado su propia racha adversa alcanzada en 1956 (la peor de su historia), tuvo su recompensa.

Porque además de ganar, el elenco albirrojo volvió a convertir tres goles en un mismo partido, algo que no se había registrado en los últimos compromisos.

La victoria permitió que los jugadores tuvieran su propio desahogo, ya que volvieron a festejar un éxito después de diez meses.

EL ÚLTIMO GRITO, EL 1º DE FEBRERO PASADO

De acuerdo a lo que marca la estadística, Estudiantes no conseguía los tres puntos desde el 1º de febrero de este año (antes del parate de la pandemia del coronavirus), cuando en el estadio Jorge Luis Hirschi se impuso claramente por 3-1 a Unión, de Santa Fé.

Los goles del Pincha fueron convertidos por el uruguayo Martín Cauteruccio, en dos ocasiones (a los 35 minutos del primer tiempo y a los 7 de la etapa complementaria) y el restante de Mateo Retegui (hoy en Talleres de Córdoba), de tiro penal, a los 41 minutos de la segunda mitad.

Aquella tarde, Estudiantes salió a la cancha con Andújar; Sánchez, Schunke, Fuentes, Rodríguez; Mascherano; Estévez, Fernández, García, A. González; Cauteruccio. El equipo era dirigido técnicamente por Gabriel Milito.

Dirigió en el estadio de 1 y 52, Germán Delfino, quien expulsó en el equipo Tatengue a Jonathan Botinelli.

 

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