Comerciantes no quieren saber nada con el cambio del horario bancario

Hasta abril funcionan de 8 a 13. Desde el sector dicen que impactará de lleno en el movimiento comercial en el centro platense

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“Es una tras otra. Justo este año, cuando necesitábamos el mayor movimiento posible porque las ventas vienen muy flojas, salen con esto”, se quejaba, ayer a la tarde, el dueño de un local de indumentaria femenina del centro comercial de calle 8 y adyacencias. No fue el único el poner el grito en el cielo por la decisión del Gobierno bonaerense a partir de la cual, desde esta semana y hasta el 4 de abril de 2021, en nuestra ciudad los bancos atienden al público entre las 8 y las 13. Es que los comerciantes coinciden en que la decisión los perjudica.

Por eso, manifestaron su rechazo al cambio de horario de la actividad bancaria debido a que, según consideran, la medida impactará de lleno en el movimiento comercial en las calles.

La situación fue canalizada por la Federación Empresaria de La Plata (FELP) que expresó su apoyo al reclamo del sector. “El horario tradicional bancario tiene la virtud de acompañar buena parte del movimiento comercial y siendo una de las pocas actividades que quedan en el centro de la ciudad y los centros comerciales, lamentan no haber sido consultados a través de sus entidades representativas”, se comunicó.

Como se recordará, desde el pasado martes y hasta que finalice el verano, las entidades bancarias funcionarán en el horario de 8 a 13 en vez de la tradicional franja de 10 a 15. La medida, argumentaron los bancos, tiene como finalidad aminorar los impactos del calor entre sus clientes, sobre todo en adultos mayores. Como es sabido, en el marco de la pandemia las dependencias tanto públicas como privadas tienen restringido el uso de aire acondicionado.

Ante esta circunstancia, los representantes de los centros de compras a cielo abierto recordaron que La Plata es una ciudad universitaria y administrativa en gran medida, y que ambas actividades están recurriendo al teletrabajo, funcionando a distancia, con sus dependencias prácticamente cerradas, lo que ha disminuido de manera contundente la circulación de público por las arterias comerciales.

A esa merma, que redunda en las ventas que no logran repuntar, se sumó ahora el adelantamiento del horario bancario, del cual consideraron que “si bien obedece a una lógica estacional, debería tener en cuenta también la merma que le impone al contexto comercial en que se encuentran instalados”.

Los comerciantes salieron a pedir que se busque alguna alternativa a la medida, sobre todo porque hay fuerte preocupación de cara a lo que pueda ocurrir en enero próximo. Generalmente, explican, el primer mes del año es un momento en el que, por cuestiones estacionales, muchos comerciantes deciden bajar las persianas. Este año, en el que por el impacto de la pandemia ya cerraron definitivamente alrededor de 2.000 comercios en la Ciudad, temen que en enero se produzca una nueva oleada de cierres de aquellos que “aguantaron” hasta diciembre.

 

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