Audaz asalto en una aseguradora
Edición Impresa | 1 de Febrero de 2020 | 04:22

De unos 35 años y buena apariencia, el delincuente entró el jueves al mediodía en el comercio “VF Seguros”, de 44 entre 132 y 133, cuando una de las dos propietarias, Vanesa Credaro (48), estaba sola.
“Parecía confiable”, dijo ayer a este diario Credaro, para explicar por qué, a pesar de que el local funciona con un sistema de apertura eléctrica de la puerta principal, le franqueó el acceso sin sospechas.
No tardó mucho en advertir que su intuición había fallado, porque, según indicó, “al atenderlo enseguida abrió el morral que traía y sacó un arma de fuego grande”, recordó Vanesa.
“SI HAY MÁS PLATA, TE MATO”
El ladrón seguramente supuso que podría llevarse del local una fuerte suma de dinero. Pero la comerciante le explicó que allí “no hacemos cobranzas, justamente para no manejar dinero”.
Esa explicación lo desconcertó y enfureció. “Me pidió la billetera, donde tenía 5.000 pesos de la jubilación de una tía y me obligó a que le diera mi alianza”, contó Vanesa, quien recordó que como el anillo no le salía y el intruso la apuraba, terminó lastimándole el dedo.
Desconfiando de la palabra de la víctima, el asaltante decidió revisar todos los muebles y cajones en busca de esa suma que él esperaba encontrar.
Eso sí, antes le advirtió a la propietaria: “Si hay más plata, te mato”. De todos modos a Vanesa no le preocupó la amenaza porque “sabía que no iba a encontrar dinero” y tendría que conformarse con los 5.000 pesos de la billetera.
Para “trabajar” tranquilo” en su cometido delictivo, el sujeto primero llevó a la dueña del comercio a una de las oficinas, donde “me hizo acostar en el piso y me ordenó que no me moviera de ahí hasta que él se fuera”, tras lo cual le “cerró la puerta de la oficina”, reveló la mujer.
Pocos minutos después, y cuando estuvo segura de ya no escuchar ruidos, Vanesa salió de esa dependencia para dirigirse al salón de atención al público, donde cayó en la cuenta de que estaba encerrada. “El tipo cerró la puerta y se llevó la llave -dijo-; por eso tuve que hacer cambiar la cerradura”.
En esos instantes de aturdimiento, la víctima llamó por el teléfono de línea a su marido, quien a su vez alertó a la socia de Vanesa para que fuera a abrirle. “En esta zona ya hubo otros robos”, mencionó. De hecho, a su marido “lo asaltaron la semana pasada en 31 entre 39 y 40”, concluyó Credaro.
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