Un pedido de mamparas “anti robos” divide aguas entre los taxistas

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La propuesta del Sindicato de Conductores de Taxis de instalar mamparas protectoras que separen a los choferes de los pasajeros, ya provocó la polémica entre quienes opinan que esa medida no servirá para frenar la ola de robos porque muchos asaltos los cometen los motochorros. Además se indicó que la colocación de ese separador suma incomodidad porque impide mover los asientos.

Como se conoció en las últimas horas, el titular del gremio de choferes, Juan Carlos Berón, anticipó que presentará un proyecto para que el Municipio y los propietarios de los coches financien la instalación de protectores en los habitáculos. “Nos golpean, apuñalan y hasta balean para robarnos”, señaló Berón.

De esa manera, el dirigente se sumó al repudio y al paro decretado por los taxistas rosarinos tras un nuevo asalto con saldo trágico.

“De una vez por todas nos tienen que poner las mamparas, es lo único que nos puede salvar la vida porque el taxista recibe todo de atrás. Pero habiendo una mampara el taxista se evita el trompazo, el culatazo o que lo degüellen”, señaló Berón.

La idea es colocar protectores que separen el habitáculo del coche entre el chofer y el pasajero.

El sindicalista insistió en que la instalación de las mamparas sería un inmejorable complemento a los botones antipánico.

Respecto de los costos de instalación de los protectores, Berón dijo que “le corresponde al Municipio una parte y otra a los propietarios”.

En esa línea agregó que “el Municipio de La Plata nunca nos dio nada a nivel seguridad. Le dieron el botón de pánico a los de Glovo que no pagan nada, no tributan nada, pero a nosotros nos dejan a la buena de Dios. El Municipio controla toda la actividad de los taxis, empezando por las tarifas, de manera que son ellos los que deben hacerse cargo”.

Berón denunció que “el otro día a un compañero le cortaron el cuello y le lastimaron hasta la oreja. Todas esas agresiones vienen desde atrás, desde donde se ubica el pasajero con el taxistas totalmente indefenso”.

Sin embargo, no todos los conductores están a favor de que se haga esa modificación en las unidades. Algunos opinaron que eso resta comodidad porque los asientos quedan fijos y además no evita los robos que se cometen desde afuera, con el auto detenido o mediante encerronas de motociclistas. “Ya se intentó y no dio resultado”, dijo un taxista en la parada de 13 y 47.

 

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