Otra derrota, otros matices

Estudiantes no pudo frente a River y es lógico. A pesar de no sumar dejó por momentos una imagen distinta respecto de la pobre actuación ante los de Crespo. La deuda sigue. 

Dos caídas en fila no dejan más que preocupación a la hora de analizar los números, que si bien no son negativos si se toma todo el ciclo de Milito, frena un poco la justa expectativa generada en el comienzo del año. Pero en el día a día o partido a partido, el equipo mostró signos vitales aunque sea de a ratos.

Lo mejor fue en el comienzo del encuentro, anulando los famosos circuitos del elenco de Gallardo. Estévez, Iván Gómez y Lucas Rodríguez impusieron condiciones en sus respectivos duelos, y a partir de allí se generaron algunas ocasiones de peligro. Claro que cuando el equipo no puede lastimar empieza a mostrar algunas dudas, y River no perdona. El gol de Borré castigó duramente el ímpetu visto hasta ese momento por el elenco del, exageradamente cuestionado, Gabriel Milito. Al igual que frente a Defensa y Justicia la reacción no apareció y los pedacitos de intentos quedaron en eso. Voluntad, empuje, sacrificio y poco juego.

El complemento mostró una escena bien parecida al inicio del juego. Un cabezazo de Mateo Retegui y algún merodeo más que no fueron suficientes para conseguir la paridad numérica, hasta que River decidió marcar el segundo y cerrar al partido a falta de varios minutos.

Las críticas en cataratas que cayeron tras perder con los de Florencio Varela no deberían ser tantas por estas horas, teniendo en cuenta que enfrente estuvo el mejor elenco de nuestro fútbol. Claro que eso no debe tapar las falencias del equipo, que sigue careciendo de ataques organizados con sociedades claras, y que va perdiendo respuestas cuando aparece la desventaja.

El proceso pasó por momentos mucho peores durante 2019 y todos (jugadores, cuerpo técnico y dirigentes) reaccionaron debidamente. Ya no se habla de los promedios y se sigue mirando la tabla para poder volver a jugar de manera internacional en 2021. Pero para eso la mejora debe ser rápida y duradera. Hay material en todos los órdenes, hay revancha por delante, más allá de la poca paciencia (respetable por cierto) que van marcando algunos hinchas.

Es momento para que Estudiantes retome la senda del final del año pasado, sumar y acomodarse a tiempo para que la lluvia no sea tormenta definitiva. Más allá de cualquier esquema táctico…

 

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