“Esta mier… me supera”: nuevos dramas existenciales adolescentes copan la pantalla

Tras el éxito de “The End of the Fucking World”, Netflix vuelve a adaptar otro libro de Charles Forsman en la serie que llega hoy

Edición Impresa

Una chica que atraviesa la vorágine de la escuela, la familia y la sexualidad con súper poderes es la historia de “Esta mier… me supera”, la esperada nueva serie sobre dramas adolescentes que Netflix estrena hoy en su cartilla basada en la novela gráfica de Charles Forsman.

Se trata del mismo autor de “The End of the Fucking World”, exitosa serie que va por su segunda temporada.

En el libro, Forsman ahonda en su interés por retratar las frustraciones de la adolescencia y, aunque el autor reconoce que su trabajo “a veces es involuntariamente cómico”, su última novela gráfica ofrece una nueva aproximación a los desencantos de la pubertad con un relato que “es más drama que otra cosa”, según aseguró en una reciente entrevista.

En su idioma original, la serie de Netflix lleva por título el nombre original del cómic, “I Am Not Okey With This” (algo así como “No estoy de acuerdo con esto”), aunque por estos lados del mundo el nombre del show se bautizó “Esta mierda me supera”.

En el timón de la serie se encuentra el director Jonathan Entwistle, que ya estuvo al frente de “The End of the Fucking World”.

amigos en la vida real

La serie está protagonizada por Sophia Lillis (“It”, “El sueño de una noche de verano”) y Wyatt Oleff (“It”, “Guardianes de la galaxia”), un reparto del agrado de Forsman, que cree que “la amistad en la vida real” de ambos intérpretes favorecerá “la autenticidad en la serie”.

“Esta mierda me supera” sigue los pasos de Sydney, una quinceañera depresiva, enamorada de su mejor amiga e incapaz de convivir con su madre. Sydney, además, esconde un secreto más allá de sus problemas: es capaz de transformar toda su rabia contenida en manifestaciones de dolor físico hacia los demás.

“Había estado haciendo muchas historias de género adolescente y pensé que sería interesante introducir un elemento sobrenatural en mis cómics”, contó Forsman, que se formó en el prestigioso Center for Cartoon Studies de Vermont y ha ganado en tres ocasiones los premios Ignatz, que reconocen la excelencia en el ámbito del cómic independiente.

El autor admitió la influencia de la película “Scanner” (David Cronenberg, 1981) a la hora de incluir en la trama poderes telequinéticos, ya que “Scanner es una de las mejores películas sobre mutantes y quería hacer mi propia historia sobre X-men, aunque más centrada en la ansiedad y no tanto en héroes”.

Como ya hiciera con “The End of the Fucking World”, Forsman recurrió a un estilo minimalista que bebe “de las primeras tiras cómicas de la prensa norteamericana”.

 

 

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE