Bomberos de la Región, sin descanso por los incendios de pastizales

“Temporada alta” de incendios de pastizales, el calor no afloja en la Región y casi todos los días se produce alguna emergencia en los descampados de la periferia platense que obliga a los bomberos a salir con los cochebomba y actuar para evitar que las llamas se expandan.

Cómo viene ocurriendo este verano, en la jornada de ayer se registraron varios siniestros en campos de las afueras de la Ciudad y esos hechos alarmaron a los vecinos.

Fue, en rigor, una seguidilla de incendios, según se informó desde el cuartel de Bomberos de El Peligro.

El episodio más importante, y cuya columna de humo se vio desde el centro platense, afectó más de 30 hectáreas en la zona comprendida por las calles 76, 78, 137 y 153. Varias dotaciones del cuartel debieron trabajar en el lugar, al menos, hasta el cierre de esta edición, pues las llamas llegaron a rodear varias casillas. Asimismo, en 40 y 147 el fuego producido en un cañaveral cubierto con ramas y residuos llegó a rozar las instalaciones de una empresa de venta de autos. En ese caso, efectivos de los bomberos de San Carlos evitaron que ardiera también esa casa comercial.

En tanto, en Melchor Romero se quemó una cantera con residuos y cañas -en 173 y 32; hubo fuego en pastizales de 38 y 163, donde varios vehículos casi quedan atrapados por las llamas; y ardieron campos en 36 y 138, 149 y 523, y ruta 2 km 52.

Los incendios de pastizales tienen dos orígenes. En épocas de intenso calor, como las de estos días, cuando el sol llega con todo su rigor, se conjuga ese factor con el viento, y en zonas de pastos secos las llamas se encienden y se extienden vorazmente.

La otra causa está relacionada con el comportamiento humano, ya que, según suelen remarcar los bomberos, “la mayoría de los incendios empieza cuando alguien quiere quemar basura o ramas y lo hace sin ningún tipo de control”. Desde los distintos cuarteles y destacamentos de bomberos suelen sugerir a la población que en las extensiones de tierra se realice una “quema controlada”. Eso es: tener un balde de agua cercano al lugar donde se incinera la basura y no perder de vista las llamas hasta que se extingan.