Cronología de una negociación que esquivó los deseos oficiales

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Axel Kicillof se puso en contacto con los acreedores del bono BP21 en diciembre. Según afirmó, les empezó a plantear lo dificultoso que sería para la Provincia hacer frente al vencimiento original de 275 millones de dólares.

El derrotero de esa negociación que dejó un sabor amargo para la gestión del Frente de Todos, tuvo sin embargo su primer capítulo formal el 14 de enero, día en que Kicillof afirmó que no podría pagar el vencimiento del bono previsto para el 26. Y frente a esa situación, propuso a los tenedores de ese título abonarlo el 1º de mayo.

Luego, el gobierno bonaerense extendió hasta el 31 de enero el plazo para que los tenedores del bono BP21, que paga un interés anual de 10,875% en dólares, den su consentimiento a diferir el pago. A esa fecha no había alcanzado el nivel de aceptación del 75 por ciento de los bonistas, un requisito ineludible para retrasar el vencimiento.

La negociación continuó hasta que el día 27 de enero. Kicillof propuso a los tenedores del bono el pago total y adelantado de los intereses del período 27 de enero al 1 de mayo por el capital diferido. En total eran 7 millones de dólares de intereses, una suerte de edulcorante a la oferta inicial que tampoco generó una aceptación masiva.

Al día siguiente, trascendió que en el encuentro del ministro de Economía, Martín Guzmán, con inversionistas en Nueva York el funcionario había dicho que sólo el 26% de los tenedores del bono aceptaron la propuesta de la provincia de Buenos Aires. Así, confirmaba que el intento de la Provincia por convencer a la mayoría de los bonistas no estaba avanzando.

El 31 de enero, día en que vencía una de las nuevas prórrogas de la negociación, el ministerio de Economía bonaerense extendió hasta el 3 de febrero el plazo para que los tenedores del bono BP21 otorgaran consentimiento para diferir el pago de capital al 1 de mayo.

Anteayer, en vistas de que la conversación seguía trabada con el fondo que agrupa a cerca del 25 por ciento de los bonistas, el plazo se estiró otras 24 horas, ya con la posibilidad de default tomando cada vez más forma.

Días antes, la Provincia había mejorado su oferta y al pago adelantado de los intereses le había agregado la cancelación del 30 por ciento del vencimiento del capital.

Finalmente, ante el rechazo de la mayoría de los bonistas, la Provincia decidió hacer frente a la totalidad del vencimiento por unos 270 millones de dólares con fondos propios. Unos 9 mil millones de pesos los obtuvo el viernes a través de una emisión de letras en el mercado local. Así, evitó el default.

 

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