Le sacaron la moto, pero querían más: lo siguieron y casi lo atropellan

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Los delincuentes que tienen en jaque a las calles de La Plata no paran de demostrar que son capaces de todo para conseguir lo que quieren, de tomar revancha si no lo logran, y de hacerlo, aún saliéndose con la suya. “Por el gusto de hacerlo, nomás”, se quejó una víctima reciente.

A este accionar no sólo lo reflejan los testimonios de quienes lo padecen, sino, cada vez más seguido, las cámaras de seguridad privadas o de monitoreo público.

Pasó el jueves, cuando tres delincuentes quisieron robarle la moto a un joven en Alvear y 15 A, de City Bell. Como no pudieron, lo persiguieron seis cuadras corriendo. Y volvieron a donde había quedado el rodado, paro destrozarlo a golpes, pedradas y hasta con el uso de un cuchillo.

En las últimas horas ocurrió un nuevo incidente cargado de violencia sin motivo, en inmediaciones de Plaza Paso.

A las 8.30 de la mañana (según se ve en la filmación), tres motochorros armados sorprendieron a un joven y se apoderaron de su moto, sin que él ofreciera ningún tipo de resistencia.

Sin embargo, antes de escapar lo persiguieron por la vereda intentando quitarle otros elementos de valor y amenazando todo el tiempo con atropellarlo.

La secuencia fue registrada con excelente definición por la cámara de seguridad de una casa cercana, lo que podría ayudar a identificar a los responsables.

Sucedió poco antes de que la víctima ingresara a su trabajo en 11 entre 41 y 42.

Estaba esperando a que le abrieran cuando los ladrones lo rodearon y uno de ellos lo bajó con gran violencia de su moto.

Inmediatamente después el ladrón puso en marcha el vehículo y huyó del lugar, mientras sus cómplices perseguían a la víctima intentando quitarle sus pertenencias.

El muchacho reconoció que decidió correr porque los atacantes le exigían a gritos que les entregara de la ropa, la mochila y su teléfono celular.

El damnificado reveló también que los sujetos lo encañonaron con un arma de fuego, pese a lo cual él decidió mantener su decisión de escapar mientras gritaba y golpeaba las puertas de las casas de la cuadra en busca de ayuda.

Por suerte, no lo embistieron ni lastimaron. Y optaron por huir a toda velocidad en las dos motos que llegaron y con la que acababan de robar.

Se fugaron en contramano en dirección a la calle 42.

Los policías que llegaron poco después al lugar salieron en busca de los motochorros, pero no los localizaron.

Esta modalidad de asaltos callejeros es cada vez más recurrente en los barrios del casco urbano, según coinciden los vecinos en sus constantes reclamos por seguridad.

 

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