La preocupación se extiende a los municipios del Conurbano

Los casos confirmados en la Provincia son de esa región. Intendentes en alerta por lo que podría ocurrir en otoño y en invierno

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Por MARIANO SPEZZAPRIA

@mnspezzapria

La mayoría de los intendentes del Conurbano bonaerense aguardaba la reacción del Gobierno nacional para activar los operativos sanitarios de contención del coronavirus. Hubo entre ellos algún desconcierto por la demora de la Casa Rosada y el Ministerio de Salud, sobre todo porque las llamadas a las líneas de asistencia a los vecinos se cuadruplicaron en las últimas semanas.

Así lo pudo saber EL DIA en una ronda de consultas con los municipios de la región más densamente poblada de la Provincia y el país. Ante la tardanza nacional, las autoridades locales se atuvieron inicialmente al protocolo que distribuyó el Gobierno bonaerense. Y en algunos casos, se apegaron también a las medidas de prevención que recomendó la ciudad de Buenos Aires.

Preocupa el estado de los hospitales de referencia. Líneas de emergencias colapsadas

 

Cuando el lunes pasado, el presidente Alberto Fernández y el ministro de Salud, Ginés González García se pusieron a la cabeza de un comité de crisis, en el Conurbano ya había tres casos de coronavirus confirmados: una mujer internada en el Hospital Posadas; otra que está aislada en el Hospital Houssay de Vicente López y un hombre de La Matanza, cuyos datos no trascendieron. Hoy ya son tres. Anoche se sumó otro en Vicente López.

La posibilidad de que el coronavirus se expanda por el Conurbano enciende todas las señales de alarma en los tres niveles de gobierno. No sólo por la magnitud de la población -residen casi 11 millones de personas-, sino por las falencias en la infraestructura sanitaria. En algunos distritos hay un solo hospital de referencia; y otros mejor equipados reciben a ciudadanos de partidos vecinos.

Los intendentes son conscientes de esa situación y mantienen reclamos históricos a la Provincia y a la Nación para ampliar la capacidad sanitaria de sus distritos. Ahora, en las condiciones dadas, la pregunta que circula en los municipios es si podrán afrontar la pandemia en el otoño y sobre todo, en el próximo invierno. Cada uno debe tener una estrategia propia de contención y mitigación.

Por eso los intendentes armaron sus propios comités de crisis. En La Matanza, el distrito más grande del país, el jefe comunal Fernando Espinoza dispuso una capacitación de los operadores que reciben las consultas por coronavirus, al tiempo que coordinó con la Provincia que las eventuales internaciones se harán en los hospitales Paroissien, Balestrini y Simplemente Evita.

En Vicente López, el intendente Jorge Macri y las autoridades sanitarias locales dispusieron el aislamiento de los familiares de las dos mujeres que dieron positivo de coronavirus, a quienes se los visita cada 24 horas “para realizar el procedimiento y seguimiento correspondientes”. Macri recomendó a los vecinos llamar al 107 en caso de tener síntomas compatibles con la enfermedad.

La asistencia telefónica a los vecinos no es tan sencilla en el Conurbano. El intendente de Lanús, Néstor Grindetti, reveló que “en las últimas semanas se cuadruplicaron las llamadas al SAME”. Mientras que en la Provincia tuvieron que habilitar una segunda línea porque la que habían dispuesto colapsó en unos pocos días.

En un escenario cada vez más delicado, los intendentes deben analizar ahora qué se hará con los eventos masivos. En San Isidro, por caso, está programado el festival Lollapalooza en el hipódromo local, al que concurren miles de jóvenes y adolescentes; mientras que en Esteban Echeverría se realiza en abril un encuentro nacional de centros tradicionalistas, que podría ser suspendido.

 

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