Llegaba al trabajo y le pegaron dos tiros tras exigirle que entregue su moto

El dramático asalto ocurrió en la vereda de la carnicería de 2 y 69, donde empleado de 57 años fue abordado por cuatro motochorros. Lo hirieron en la cara y en el abdomen, pese a no resistirse al asalto

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Eran las 6 de la mañana y en las inmediaciones del Hospital San Martín, como en gran parte de la Ciudad, las calles estaban desiertas. Por el habitual escaso movimiento de esa hora y por la cuarentena obligatoria -a causa del coronavirus- que impone a todos permanecer en casa.

Sin embargo, el fenómeno de la delincuencia no se detiene y está presente en cualquier parte.

Así lo experimentó quien fue identificado oficialmente como Darío Gatto (57). El hombre llegó a bordo de su moto a la esquina de 2 y 69 para iniciar la jornada laboral del sábado en la carnicería de esa intersección cuando fue abordado por cuatro delincuentes que estaban en otros rodados similares.

Uno de ellos, al parecer sin que la víctima se resistiera, le disparó a quemarropa dos balazos. Uno de los proyectiles impactó en el rostro del carnicero y el restante en la zona abdominal.

Enseguida los asaltantes huyeron con la moto que le sustrajeron y dejaron abandonada una de las que los había llevado hasta el lugar. Después se dieron a la fuga y son intensamente buscados por la Policía.

“SALÍ Y LO VI TIRADO EN LA CALLE”

Una vecina que vive a pocos metros de donde se produjo el brutal ataque, que solicitó no ser identificada, le contó a EL DIA que “luego de escuchar disparos con armas de fuego, salí a la calle al igual que otros vecinos y vi al hombre tirado en la calle. Estuvo lúcido en todo momento y decía que le habían disparado tres veces, aunque recibió un tiro en el maxilar y otro que entró por el abdomen y se le alojó en la cadera”.

De inmediato, destacó que “ya habían llamado a una ambulancia, pero para evitarle una demora, personal policial rápidamente lo subió a un patrullero y se lo llevaron al Hospital San Martín”.

En ese centro asistencial “lo operaron y le extrajeron la bala que tenía en el maxilar, pero los médicos creyeron conveniente no quitarle la que tiene en la cadera”.

La mujer se mostró indignada porque “le dispararon antes que pudiera bajarse de la moto. Le tiraron a matar, pero por suerte ya al mediodía le dieron el alta y ya está en su casa” de Berisso, dijo y reflexionó: “nació de nuevo”. Los dueños de la carnicería, a su vez, se quejaron ante EL DIA porque “avisamos al 911, pero la ambulancia tardó mucho”.

 

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