Prueban en la Argentina una droga contra la enfermedad

Una droga para tratar el coronavirus se comenzó a probar en la Argentina, más precisamente, en el Hospital Posadas de Buenos Aires.

Así lo informó el ministro de Salud de la nación, Ginés Gonzalez García, quien además informó que el país fue seleccionado para probar ensayos clínicos para enfrentar la pandemia con terapias alternativas.

Según destacó el funcionario, así, dijo que en Argentina se están tratando tres enfermos graves, en el hospital Posadas, con hidroxicloroquina, un medicamento contra la malaria y el lupus que tendría efectos positivos sobre los pacientes graves.

Según indicó Ginés Gonzaélz García, “somos unos de los diez países elegidos para un ensayo clínico universal, elegidos por la Organización Mundial de la Salud, que entra Noruega, Canadá, Francia, Tailandia y nosotros, entre otros. Somos diez países que vamos a probar alternativas de terapias de tratamiento”.

Según dijo el ministro en declaraciones televisivas, “la ventaja nuestra es no haber sido electos solo por razones que tienen que ver con la calidad del país, sino que vamos a estar en la primera línea de saber la conclusión de cuál es la mejor terapéutica. Va a demorar un poco, no mucho”.

Ginés González García hizo estas declaraciones el mismo día que en Francia se autorizó la utilización en enfermos graves y hospitalizados de un tratamiento impulsado por el infecólogo Didier Raoult y que se basa en dos viejas drogas de uso frecuente, la cloroquina y la azitromicina.

La autorización del ministerio francés fue solo “para pacientes afectados por el coronavirus, solamente hospitalizados” y con un marco bien encuadrado.

Al mismo tiempo , en Italia, gana terreno un medicamento que está arrojando buenos resultados en el tratamientos de pacientes graves.

Se trata del Tocilizumab, utilizado hasta ahora para combatir la artritis reumatoidea.

Las virtudes del Tocilizumab fueron descubiertas por los científicos chinos en el comienzo de la epidemia, en la metrópoli de Wuhan y después le pasaron el descubrimiento a un grupo de médicos napolitanos que ahora destacan su potencial.