Rusia también entró en cuarentena

Edición Impresa

Bernardo Suárez Indart

EFE

La vida se ha congelado desde ayer en la capital rusa por las medidas para luchar contra el coronavirus y toda Rusia ha entrado en el megapuente sanitario de nueve días decretado por el presidente, Vladímir Putin, para ralentizar de propagación de la COVID-19.

El corazón de Moscú, la Plaza Roja, presentaba ayer un panorama nunca antes visto: la enorme explanada adoquinada junto al Kremlin, habitualmente colmada de turistas nacionales y extranjeros, estaba prácticamente desierta. Cuatro o cinco policías uniformados y uno que otro agente de civil vigilaban la principal plaza del país que de momento aún se prepara para albergar la parada militar con motivo del 75º aniversario de la victoria sobre la Alemania nazi, que se recuerda el próximo 9 de mayo.

El mismo panorama exhibían los Jardines de Alejandro, a los pies de la muralla oeste del Kremlin, donde la guardia de honor junto a la llama eterna de la Tumba del soldado desconocido no tenía espectadores.

Los comercios exclusivos de GUM, los grandes almacenes situados frente al Mausoleo de Lenin, y de la calle Tverskaya (la antigua Gorki), como todas las tiendas que no sean de alimentos y artículos de primera necesidad, permanecieron cerrados y así lo estarán al menos hasta el 5 de abril. Restaurantes, cines, discotecas y grandes centros comerciales también. Y el metro, el principal medio de transporte de la capital, con menos pasajeros pero más mascarillas, agotadas ya en las farmacias.

 

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE