Otra negra jornada para los mercados por miedo al coronavirus

Wall Street revirtió la suba del miércoles y cayó 3,58%. La bolsa de San Pablo perdió 4,65%. Sigue la inquietud por las consecuencias que tendrá la epidemia sobre la economía

Edición Impresa

NUEVA YORK

Wall Street dio otra vuelta de montaña rusa ayer y terminó en fuerte baja, en un mercado que pena por evaluar las consecuencias de la epidemia de nuevo coronavirus. También terminaron la jornada con pérdidas las bolsas europeas.

El índice principal de la bolsa neoyorquina, el Dow Jones Industrial Average, cerró en caída de 3,58 por ciento, en tanto que el tecnológico Nasdaq perdió 3,10 por ciento. El SP 500 de las mayores empresas en bolsa cedió 3,39 por ciento.

La semana pasada fue la peor desde 2008 para Wall Street, y los índices se mantienen muy volátiles con los inversores atentos a la evolución de la epidemia.

Las principales afectadas por esta caída son las compañías aéreas, particularmente golpeadas ayer. United Airlines cayó 13,25 por ciento; American Airlines 13,24 por ciento; JetBlue 10,81 por ciento y Delta 7,20 por ciento.

Las aerolíneas podrían perder hasta 113.000 millones de dólares en ingresos en 2020 debido al impacto del nuevo coronavirus, según estimó la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA).

“Los mercados saben manejar las malas noticias porque pueden cuantificarlas”, dijo Quincy Krosby, de la aseguradora Prudential, que cotiza en Wall Street. “Gestionar la incertidumbre es mucho más complicado”, añadió.

Con la epidemia del nuevo coronavirus, la incertidumbre concierne a su alcance y sus consecuencias sobre la economía. Las empresas por el momento señalan que la epidemia perturbó sus cadenas de aprovisionamiento, pero si el mal se extiende mucho más, la pregunta es si comenzarán a licenciar personal y luego cuál será el impacto sobre los gastos de consumo, rubro que en EE UU representa 68 por ciento del PBI. Si los estadounidenses dejan de consumir, de salir, de ir a los restaurantes, “eso podría afectar duramente a las pequeñas y medianas empresas”, añadió Krosby.

Los inversores se siguen colocando en activos menos riesgosos como los bonos del Tesoro de EE UU. Los de 10 años de plazo vieron caer ayer su tasa por primera vez por debajo de 0,9 por ciento.

Si bien el miércoles el mercado se mostró algo optimista y subió 4,53 por ciento por los resultados de las primarias demócratas que pusieron al ex vicepresidente Joe Biden como favorito, ayer volvió la ansiedad desde la apertura, y aún más luego de la declaración de estado de emergencia en California por el coronavirus.

En tanto, la Bolsa de San Pablo sufrió un derrumbe de 4,65 por ciento, dejando atrás la recuperación del miércoles, cuando había subido 1,60 por ciento. El índice Ibovespa de los principales valores llegó a perder durante la sesión más de 6 por ciento. Desde el inicio de la crisis sanitaria el 23 de enero, el Ibovespa perdió más de 13 por ciento.

Entre los valores más afectados ayer figuran -como en Wall Street- las compañías aéreas, con una debacle de Gol de casi 19 por ciento y de Azul, de más de 14 por ciento. Las acciones ordinarias de Petrobras se derrumbaron un 5 por ciento y las preferenciales 5,95 por ciento.

Por su lado, el real no para de hundirse frente al dólar, que ayer cotizó a 4,653 reales, frente a 4,581 al cierre de los mercados el miércoles. El dólar superó la barrera de los 4,30 reales por primera vez el 7 de febrero, y desde entonces quiebra casi a diario un nuevo récord. Desde el 22 de enero, la depreciación de la moneda brasileña llega al 11 por ciento.

Según analistas, las caídas bursátiles de ayer se aceleraron después del anuncio de un incremento de contagios del virus COVID-19 en EE UU. Brasil anunció ayer ocho casos confirmados, cinco más que el miércoles. Hay asimismo más de 600 pacientes en observación.

Las medidas para contener la epidemia paralizaron regiones enteras de China e Italia e impactaron en la economía mundial. Brasil se ve afectado debido a una reducción tanto de sus exportaciones de materias primas a China, su mayor cliente, como de las importaciones de insumos necesarios para sus industrias. La crisis ya llevó a los economistas a reducir las previsiones de crecimiento de la mayor economía latinoamericana, que debería situarse por debajo del 2 por ciento en 2020, después de haber tenido una débil expansión de 1,1 por ciento en 2019. (AFP y EFE)

 

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE