Renzo: distintos testigos reforzaron la hipótesis del accidente trágico

El juicio por la muerte de Renzo Villanueva, el nene de 7 años con síndrome de Down que cayó desde el séptimo piso de un edificio en 9 entre 55 y 56, seguirá mañana con una audiencia en la que destacará el testimonio del perito que encabezó la reconstrucción del hecho ocurrido el 10 de octubre de 2017.

La primera jornada estuvo marcada por la extensa declaración de la madre de Renzo, Ángela Donato, quien básicamente resaltó que “desde el primer momento” supo que su hijo “no se había tirado al vacío” y apuntó contra su ex marido y padre del chico, al considerar que “no era cuidadoso” con él.

Diego Villanueva (38) está acusado de homicidio calificado por el vínculo, mientras que su ex pareja, Rosa Martignoni (32), es juzgada por homicidio simple. Ambos tienen arresto domiciliario. Los fiscales Javier Berlingieri y Victoria Huergo sostuvieron en sus lineamientos que intentarán probar que se trató de un homicidio doloso (con intención de matar), aunque no descartaron acusar a la pareja por un homicidio culposo (una falta al deber de cuidado de un menor).

Los testimonios que se escucharon en la segunda audiencia ante el tribunal Tribunal Oral Criminal 3 reforzaron esta hipótesis, como el de uno de los dos ambulancieros que fueron a asistir a Renzo. Se trata de Marcos Martínez, quien describió cómo estaba el niño y también su padre. Recordó que a éste lo vio “agarrarse la cabeza” y gritar enojado que todo había pasado porque corrieron el ventilador. El argumento de la defensa representada por Darío Saldaño es que Renzo trepó hasta la ventana por ese ventilador. La vecina lindera al departamento de Villanueva, Soledad Galessio, confirmó el jueves que como testigo del peritaje en la vivienda que vio aquel turbo, aportando además que tenía “tierra con grasa y no dejaba rastros”, tanto, que un policía apoyó la rodilla en el mismo y no quedaron marcas. El viernes declararon, además, tres policías de la comisaría Primera que estuvieron en la escena aquella noche. Todos coincidieron en decir que vieron “juguetes tirados” en el estacionamiento (la versión de los acusados es que el nene cayó por la ventana tratando de agarrarlos), a los que una de las agentes describió como “flechitas de plástico con sopapas”. De Villanueva recordaron haberlo visto “abstraído”, “acongojado” y “en shock”.

Prestó testimonio también la psicóloga Karina Levchuk, como perito de la defensa. Dijo que “Renzo fue un chico aceptado por su padre” y que ambos lograron un “buen vínculo”, “a pesar de las maniobras obstructivas de la madre”. Refirió que tras el hecho el acusado “intentó suicidarse”. Se exhibió en la sala un video de Renzo trepando un tobogán al revés, lo que probaría que tenía motricidad fina y podía subir a la ventana. Otro de los testigos fue el forense que hizo la autopsia: confirmó que todas las lesiones son compatibles con las de una caída desde un 7mo piso, indicó que el niño cayó sobre su costado derecho y descartó golpes previos.