Un piloto platense en el segundo vuelo que partió a China en busca de insumos

Rodrigo Arribillaga es parte de la tripulación que se embarcó con el objetivo de traer 14 toneladas de insumos críticos sanitarios

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Vuelo especial si los hay, uno de sus comandantes es platense. Rodrigo Arribillaga -47-, vecino de City Bell, se encuentra entre los cuatro capitanes del Airbus 330 encargado de traer, desde China, insumos destinados a cubrir la atención hospitalaria de la Provincia, que vive, se sabe, una situación por demás extraordinaria a raíz del COVID-19. El avión de Aerolíneas Argentinas sigue una ruta excepcional: está aterrizando por estas horas en Nueva Zelanda y tras la escala de rigor viajará once horas más hasta llegar a Shangai, desde donde se subirá la preciada carga.

Mientras su hijo se encuentra en el aire, Andrés Arribillaga, retirado de la aviación después de 40 años de carrera entre la Gobernación de la provincia de Buenos Aires y las empresas Austral y Aerolíneas Argentinas, sigue vía internet el curso de la nave de bandera nacional que realiza un servicio tan excepcional. Desde Gonnet, el ex comandante realza con un orgullo indisimulable la tarea que lleva a cabo Rodrigo. “Para un piloto es como cualquier otro vuelo, pero en este caso es especial porque es de carga y además por la función que está cumpliendo la aerolínea”, dice.

Este particular itinerario, que tiene como misión transportar al país 13 toneladas de material de uso médico, como camisolines, barbijos y dispositivos de detección del coronavirus, reúne a cuatro comandantes, ocho copilotos y cuatro mecánicos y es el primero de estas características que en 28 años de trayectoria frente al instrumental aeronáutico experimenta el aviador platense.

Siempre al frente de trayectos internacionales de transporte de pasajeros (lo frecuente es que cubra destinos como Roma, Madrid, Nueva York o Miami) Rodrigo Arribillaga tuvo a su mando uno de los últimos servicios que llegó desde la famosa ciudad de La Florida –EE-UU-, ya con la pandemia desatada, por lo que se vio obligado a someterse a la cuarentena rigurosa de dos semanas que les cupo a todos los llegados desde el exterior en esos días.

Ahora, cuando esté de regreso, se estima que el próximo lunes, el vecino de City Bell no tendrá que seguir más que el aislamiento social que debe cumplir cualquier ciudadano, pues en este viaje la tripulación no se bajará para nada del avión: llegará a la ciudad asiática, esperará que personal del lugar suba la carga y despegará nuevamente para volver, también vía Nueva Zelanda, y aterrizar en el aeropuerto de Ezeiza.

En total, entre la ida y la vuelta, a la máquina de Aerolíneas le insumirá 55 horas de ruta. El avión despegó ayer a las 18.37, irá sobre el Océano Pacífico, sobrevolando la isla de Pascua, la Polinesia Francesa y se dirigirá hacia el sur para realizar una carga de combustible en Auckland. Luego encarará hacia el norte para sobrevolar las Islas Salomón, bordeará Filipinas e ingresará a China por el Mar de la China. Completará así un recorrido de unos 20 mil kilómetros.

Una familia en el aire

Entre los Arribillaga volar es algo de lo más naturalizado. Andrés, como se dijo, se dedicó a comandar aeronaves toda la vida; lo siguió en ese apasionado camino Rodrigo, pero también, aunque desde otro lugar, su hija Lucía, que es azafata internacional. Su nieto -Tomás-, hijo de Rodrigo y de 19 años, ya es piloto; y su sobrino -Pablo- integra el staff de comandante de Aerolíneas.

Andrés asegura que nunca le inculcó a ninguno de ellos su afición por la aviación. Igual no parece muy casual que tantos integrantes de la familia se dedicaran a trabajar en aerolíneas. Rodrigo, por caso, comenzó estudiando Derecho, y nada hacía suponer que fuera a dedicarse a otra actividad que no hubiera sido la abogacía. “Un día se plantó –cuenta el padre- y me dijo que dejaba la carrera para hacerse piloto. Lo mismo mi hija, que abandonó ciencias agrarias para convertirse en azafata”.

Además de Rodrigo Arribillaga, tripulan el Airbus como comandantes Carlos Grecco, Gustavo Caponelli, y Marcelo Ejberowicz; los copilotos Alejandro Florentino, Juan Bonelli, Juan Quintana, Walter Piazza, Philipe Letestu, Hernán Aravsky, Pablo Golder Venneri y Javier Sanahuja; los técnicos de vuelo, Sergio Regidos, Rodrigo Tavella, Pablo González García y Gustavo González; un despachante operativo, Mauricio Falce y un despachante de cargas, Diego Maciel.

 

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