Pegó la vuelta: Tinelli cerró su escandalosa estadía en Esquel
Edición Impresa | 22 de Abril de 2020 | 04:28

Envuelto en controversias y perseguido por el tiempo, Marcelo Tinelli consiguió escapar de su domicilio supuestamente legal, Esquel, al que llegó horas antes de que se decretara la cuarentena, y emprender el regreso a Buenos Aires, amparado en el decreto presidencial “Volver a casa”, que permitía volver a todos los que habían quedado varados luego de que se dictara el encierro obligatorio.
Así, el conductor puso fin a su controvertida estadía en la localidad del sur, a la que arribó sabiendo que se iba a dictar la cuarentena gracias a su relación con el Gobierno, y a la que se envió en un avión privado una valija, que habría tenido medicamentos (quizás para no perder el cabello; quizás no eran medicamentos sino un traje de Superman) y que viajó en un vuelo etiquetado como “humanitario”. De escándalo en escándalo, el viaje a Esquel terminó como empezó: Tinelli emprendió el regreso de Chubut el lunes, pero pinchó una rueda de su camioneta RAM, en la que viaja con el resto de su familia, y tuvo que regresar a Esquel para pasar la noche y volver a empezar ayer, para no arriesgarse a recorrer el largo trecho a la capital federal sin rueda de auxilio.
La rueda se pinchó porque Marce intentó no levantar la perdiz al partir, tras protagonizar varios escándalos: tomó entonces un camino alternativo, conocido como el de Los Rifleros, que tiene su ingreso por la pequeña y coqueta localidad de Trevelin, a 12 kilómetros de Esquel, y que conduce a la ruta 40, en los primeros kilómetros de una travesía de más de 2.000 km hasta la capital del país; pero el de Los Rifleros es un camino de ripio, y la RAM mordió alguna piedrita puntiaguda que pinchó la rueda.
Tinelli volvió entonces a Esquel, pasó la noche en su lujosa estancia ubicada en la zona de Río Percy y salió de nuevo ayer, alrededor de las 7 de la mañana, rumbo a capital federal: teniendo en cuenta que la posibilidad de volver a casa bajo la ley vencía a la medianoche, el viaje era contrarreloj, con poco tiempo para las obligadas paradas, aunque se sospechaba que el conductor o no tenía preocupaciones por pasarse del horario o terminaría tomando un avión a mitad de camino.
El retorno a la capital federal implicará que Tinelli podrá tener algunos contactos más cercanos con la marcha de su programa, el “Bailando”, cuyo estreno está proyectado para el 18 de mayo, y también sus otros compromisos relacionados al fútbol y al gobierno. Aunque la mayoría de las reuniones de estos ámbitos se viene realizando de forma remota, vía videollamadas, como el mismo Tinelli mostró en su cuenta de Twitter, estar cerca del estudio y poder sostener algunas reuniones clave cara a cara le vendrán bien a su tarea. De hecho, el conductor habría ya sentido “comezón” tras pasar un mes en Esquel, quizás imaginando que la cuarentena sería más breve, y por eso aprovechó la primera oportunidad para regresar a casa.
Y trabajo no le faltará a Marcelo, mientras programa una edición del “Bailando” con poco tiempo en el reloj y muchos cambios que habrá que ver cómo funcionan. El obstáculo más grande, claro, es el tema del contacto, no solo porque los primeros ritmos serán sin el “piel contra piel” habitual de los bailarines, sino porque la mayoría todavía no pudo practicar en sociedad con su pareja.
Además, Marce, enfrenta varias bajas, entre ellas la de Thelma Fardin, que había dicho que analizaba la propuesta, o la de la amiga de Pampita, Puli DeMaría.
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