Cipriano La Rocca
Edición Impresa | 23 de Abril de 2020 | 02:34

Por su carácter alegre, sus gustos sencillos y su firmeza de principios. Así se lo recordará a Cipriano La Rocca, suboficial mayor retirado del Ejército que falleció a los 97 años. Durante la larga carrera militar que desarrolló supo cumplir rectamente con su deber y se ganó el respeto y el afecto de los colegas.
Cipriano Luis Alberto La Rocca –tal era su nombre completo- había nacido en la ciudad de Córdoba el 23 de agosto de 1922. Fue el único hijo de Luis (músico) y María (ama de casa).
Estudió en un regimiento mendocino, de donde egresó con grado del Ejército y como topógrafo.
Los primeros pasos profesionales en las filas castrenses los dio en el Batallón Geográfico de Magdalena.
Por esos años, los fines de semana de franco visitaba La Plata y en una de esas salidas, por un allegado en común, conoció a Amelia, con quien luego de tres años de noviazgo se casó. Se radicó definitivamente en esta ciudad, donde echó fuertes raíces.
Estuvo unido a su esposa, en un vínculo de intenso compañerismo, durante 68 años. A lo largo de esos años el matrimonio tuvo cuatro hijos (Cristina, Patricia, Claudia y Luis); seis nietos, y cuatro bisnietos. La familia que formó representó para él su más grande orgullo.
A partir de su traslado a La Plata le tocó de destino la ciudad de Buenos Aires, por lo que durante muchos años, todos los días, viajaba desde su hogar de City Bell a la capital del país.
Las últimas tareas dentro de la fuerza, antes de pasar a retiro, las cumplió en oficinas de la calle 55 entre 7 y 8.
Integró, una vez jubilado de la actividad, el Centro Mutualista de Suboficiales Retirados del Ejército “Subof. My. (R) D. Félix Larrubia”. Fue un socio comprometido con la entidad que trabajó tanto desde el llano como desde la comisión directiva. En la expresión de pesar por el fallecimiento de La Rocca, la institución lo recordó como un “gran soldado e intachable persona” y destacaron, además, que “honró con su presencia a esta Institución irradiando su espíritu de lucha y honestidad”.
Tenía un hobby, al que se dedicaba cada vez que las obligaciones cotidianas se lo permitían: era un apasionado por la filatelia y supo tener la más variada colección de estampillas, que atesoró durante años.
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE