Cuando dar un paseo se vuelve algo vital en tiempos de aislamiento obligatorio
Edición Impresa | 27 de Abril de 2020 | 04:37

Por LAUTARO SEGURA
El aislamiento social que estamos viviendo en nuestro país desde el pasado 20 de marzo nos afecta a todos, pero el problema se acrecienta en muchas personas que tienen alguna discapacidad o están comprendidas en el colectivo de trastorno de espectro autista. Por este motivo, el Gobierno Nacional les permite desde hace dos semanas a las mismas realizar paseos breves junto a un acompañante como máximo para pasar la cuarentena de una manera más amena.
La Resolución 77/2020 de la Agencia Nacional de Discapacidad establece que las personas con discapacidad solo podrán realizar salidas breves, a no más de 500 metros de sus hogares, siempre y cuando no tengan síntomas compatibles con COVID-19 o no pertenezcan a los grupos de riesgo: mayores de 60 años o padecientes de enfermedades respiratorias crónicas, cardíacas, diabetes, entre otras.
Según la resolución, las salidas deben ser breves y a no más de 500 metros de sus hogares
Esta decisión le permitió salir a dar una vuelta a varios platenses: uno de los casos es el de Alejo, de 12 años, quien tiene parálisis cerebral con ataxia cerebelosa y padece de problemas motores. Según contó su madre, Mariana Ríos, era muy importante que pueda salir para realizar ejercicio porque viven en un departamento cercano a la Plaza Olazábal en donde no hay demasiado espacio.
“Alejo necesita caminar y hacer ejercicio. Vivo en departamento y no tengo otra alternativa. Así que después de que el Presidente dio el discurso e hizo el decreto, salimos a la plaza que tenemos a tres cuadras y por suerte no había nadie. Alejo estaba re contento”, le contó Mariana a este medio.
Al ser consultada de por qué era importante que pueda empezar a salir de la casa, con todos los cuidados sanitarios correspondientes, indicó: “Desde el 16 de marzo no salía y él tiene que fortificar sus músculos. El estar estancado sin actividad ni ninguna terapia no es bueno. Necesita fortalecer la musculatura y eso se logra, mínimamente, caminando. En mi casa no camina más que de la pieza a la cocina, tiene una vida súper sedentaria”.
Tal como marca la resolución, Alejo tiene días específicos para salir de su casa según su DNI: “Cómo termina en 7 le corresponde salir los martes, jueves y sábados. Y esos días entonces lo aprovechamos para dar una vuelta. Tratamos de buscar horarios en donde no haya mucha gente en la calle”.
Por último contó con qué papeles sale a la calle en caso de que la pare algún agente de la policía o la Municipalidad: “Además del DNI, salgo con la foto del certificado de discapacidad en el celular por las dudas de que me lo pidan”.
Marina Rodríguez, Licenciada en Psicología graduada en la UNLP y docente que se desempeña en la Modalidad Especial (Centro de Estimulación-Escuela Especial), habló con este medio sobre la importancia de este permiso: “Son tiempos difíciles para todos, pero cabe destacar que todo esto se acrecienta en personas con discapacidad o con alguna condición de espectro Autista (CEA), quienes no logran tomar dimensión de lo que está pasando y todos los hábitos de su rutina se vieron afectados. Por lo general su socialización transcurre cada vez más por fuera de la esfera doméstica (escolarización-terapias-talleres) y hoy no cuentan con estos apoyos en lo cotidiano. Y frente a ello no tenemos respuesta para todo, estamos haciendo frente a una situación de incertidumbre. Esta última nos hace más vulnerables frente a la ansiedad, al miedo y al cansancio, multiplicándose en los sujetos con discapacidad”.
Y agregó: “El impacto que genera el aislamiento, como lo exprese antes, se manifiesta en ansiedad, miedo, cansancio, irritabilidad. Aparecen las llamadas crisis, desplegando cada vez más conductas disruptivas, berrinches, rituales que antes no tenían. En los sujetos con CEA puede surgir dos cosas: por un lado las crisis ante la falta de rutinas y estructura; por otro todo lo contrario, encontrarse felices porque se aíslan cada vez más. Ninguna de las dos consecuencias es buena, una porque la falta de flexibilidad ante este pensamiento rígido genera angustia desmedida y en el otro caso porque todo aquello que se pudo haber logrado durante este tiempo en cuanto a terapias y a la sociabilización se vería afectado”
Siguiendo por la misma línea, también aportó su mirada a esta situación Fernanda Rodríguez, Licenciada en Psicología (UNLP) y docente que trabaja con niños del colectivo de trastorno de espectro autista: “El encierro normalmente puede causar ansiedad como otras manifestaciones sintomáticas, despertar algunas angustias como así también miedos diferentes, o potenciar algunos de ellos que se tenían. Para las personas con discapacidad, específicamente aquellas personas con CEA, puede ser aún más difícil. Igualmente hay que considerar ‘su singularidad’, su estilo de vida antes de la cuarentena. Son personas que están a veces estrictamente ligados a rutinas diarias y cotidianas, las realizan siempre de la misma manera porque pueden ser formas defensivas frente al mundo, necesitan de anticiparse como va a ser su día y de tener un control acerca de lo que va aconteciendo”.
“El impacto que genera el aislamiento se manifiesta en ansiedad, miedo, cansancio e irritabilidad”
Marina Rodríguez,
Licenciada en Psicología y docente de Modalidad Especial
Por otro lado, indicó: “Normalmente todo lo que venga de afuera y del ‘otro’ se siente muy intrusivo y violento, se sienten amenazados por lo que venga de afuera, sea una situación nueva o lo que el otro desconocido ofrezca y no sea dentro de su círculo vincular y social. Todos los casos son diferentes considerando como decía al principio su singularidad y su subjetividad. Este permiso posibilita poder salir hasta 500 metros con un acompañante y les ayuda a controlar de alguna manera las ansiedades que causa el encierro, en el caso de que las sienta”.
En relación a su trabajo en la Escuela Especial Nº503, Fernanda contó: “Algunos de los padres y madres me han comentado que se les ha hecho insostenible la situación de permanecer en casa. Los primeros días te dicen que andan bien, pero luego están ansiosos y caminando por las paredes, necesitan salir para tramitar a través del cuerpo, sublimar esa energía y ansiedad que les causa tantos días de estar encerrados y no entender muy bien qué está pasando. No les es fácil entender el por qué no pueden salir afuera. Desde la escuela hemos ofrecido algunos cuentos a las familias que explican a través de imágenes esta situación de cuarentena por el coronavirus. Ha sido un recurso muy bueno, pero no garantiza una comprensión absoluta de la situación. Es lógico para cualquiera tener cierta ansiedad por estar encerrados, la diferencia está en que otras personas controlan esa inquietud y ansiedad porque tienen otras herramientas psíquicas y entendimiento de la situación. Le llamamos plasticidad psíquica a cierta flexibilidad en el pensamiento y comprensión”.
ADEMÁS DE LOS PASEOS, ¿QUÉ OTRAS MEDIDAS SE PUEDEN TOMAR?
Si bien el permiso para realizar salidas breves es muy importante, hay otras medidas que se pueden tomar para que apaciguar los problemas que puede causar el aislamiento en personas con discapacidad o comprendidas en el colectivo de trastorno espectro autista.
Marina, en relación a esto, remarcó: “Creo que es importante que quede claro que las salidas puedan ser establecidas cada vez que el sujeto con Discapacidad lo requiera, ya sea frente a una crisis de angustia o como necesidad de descarga. Que no quede regido a unos pocos días determinados según terminen su documento. La salida debería ser para establecer un apoyo o posibilidad ante determinadas circunstancias; pudiendo las familias contar con ella como recurso para aliviar malestares y ansiedades”.
Los especialistas señalan la importancia de que tengan permitido salir a pasear
“También propiciar herramientas tecnológicas de comunicación a las familias y así poseer conectividad con familiares, amigos, etc. en lo posible. No todos tienen acceso dispositivos electrónicos o solo uno en la casa que por lo general es quien sale a trabajar. Establecer canales de comunicación directos con las familias, llamarlas, acercarse (dentro de lo establecido) para sentir que cuentan con otros apoyos. En vez de demandar determinadas cuestiones, ofertar oportunidades de escucha y contención diariamente”, cerró.
Fernanda, por su parte, opinó: “Sugeriría, en cualquier caso de discapacidad, desarrollar la creatividad. Sé que en algunos casos puede ser más complicado, pero también está en el desafío familiar y es necesario para ello que haya un otro que le ponga voluntad, paciencia e implicación en cada actividad que se propongan hacer como cocinar recetas, guardar todos los estuches de cajas de cartón, de huevo y latas para armar distintas cosas como robots, entre otras decenas de cosas”.
Siguiendo con esto último, amplió: “Hay que crear situaciones de juegos en donde el niño pueda mostrar lo que sabe o ayudarlo a pensar para resolverlas. También es una buena manera de aprender en lo real con situaciones reales, ahora que no vamos a la escuela”, y concluyó: “Pero mi mejor consejo es ese: pensar y ser creativos”.
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