Por la pandemia el delivery gana las calles y hasta reconvierte oficios tradicionales
Edición Impresa | 30 de Abril de 2020 | 02:07

Nada se pierde, todo se transforma, sentencia un antiguo latiguillo. Y algo de eso se advierte, como fenómeno económico en la Región, a partir del coronavirus, la cuarentena y las limitaciones a distintas actividades. Devenida en “remota” la relación comercio-consumidor por las medidas que impiden a aquellos rubros que no sean esenciales trabajar de manera presencial, muchos de quienes se dedicaban a ocupaciones suspendidas por la pandemia se volcaron al delivery. El rebusque para “pasar el otoño” le cabe a una variada gama de platenses, cuentapropistas, que se vieron obligados a reconvertirse.
En los comienzos del aislamiento social obligatorio, cuando la medida se aplicó con todo su rigor y sólo se admitían aquellas actividades vinculadas a las necesidades más básicas (alimentos, medicamentos) supermercadistas de barrio vieron que a su alrededor muchas personas se quedaban sin ingresos y les propusieron encargarse de los envíos a domicilio, un servicio que se intensificó a raíz de la cuarentena. Lo mismo hicieron, por caso, las farmacias y las ferreterías. Otros comercios, incluidos en las restricciones, se las ingeniaron apelando a los taxis y remises. Y así pudieron sobrevivir al menos para mantener el personal y las cargas que sí o sí debían seguir afrontando.
A tono con la crítica situación de tantos sectores, en el Municipio se resolvió regular esta nueva modalidad de entregas y desde el Ejecutivo se envió al Concejo Deliberante un proyecto de ordenanza para autorizar a taxis, remises y transportes escolares a realizar viajes con paquetería, encomiendas, y todo aquellos que requiera de traslado. La normativa se aprobó ayer –ver aparte.-
El objetivo es que los tres servicios de transporte de pasajeros puedan ser utilizados tanto por los comercios que todavía no abren al público pero sí operan con la venta electrónica y requieren de un sistema de reparto como por los particulares que necesitan fletar diferentes objetos. Se descarta que estos nuevos prestadores de entregas a domicilio deben cumplir con los protocolos sanitarios.
Reconvertidos por la pandemia
“Nosotros ya estábamos organizados para hacer este nuevo trabajo, y lo veníamos haciendo, choferes y propietarios. Es una manera de ganarnos unos pesos en vez de estar estacionados horas y horas en la parada. Los taxistas nos la rebuscamos como podemos. Y es que esta pandemia ha hecho que cambiemos nuestra manera de vivir y de trabajar”, resaltó Juan Carlos Berón, titular del Sindicato de Conductores de Taxis de La Plata.
No existe hasta ahora una tarifa específica por la prestación. Por lo general, remarcó Berón, el precio por realizar el delivery es pactado entre el usuario y el taxista, y los viajes más comunes son, según indicó, para entregar fármacos a las personas mayores o pedidos de supermercado de familias que salen de sus hogares lo menos posible. Los contratan, indistintamente, tanto los consumidores como los comercios.
Según se subrayó en la Comuna, la propuesta que terminó sancionando el cuerpo legislativo local contaba con el aval de la Asociación Taxistas, Peones y Choferes, la Asociación Civil de Repartidores Independientes y la Federación Argentina de Remís. Con el proyecto se apunta, a “contrarrestar en parte el impacto económico generado por la pandemia”, puntualizaron fuentes municipales.
Juan Carlos Coppo, presidente de la Cámara Empresaria de Propietarios de Agencias de Remís, consideró que para su sector la nueva ordenanza es “innecesaria”. Según explicó, ese tipo de coches de alquiler realiza un servicio “diferencial” y se dedican al trabajo de delivery “desde el año 92”. El dirigente dijo que “la Municipalidad no nos regula como a los taxis o el transporte escolar y todo taxista y remisero traslada personas y encomiendas desde hace años”.
En cambio, desde la Asociación de Propietarios de Transportes Escolares celebraron que se le permita al sector ocuparse de traslados diferentes a los de las niñas y niños que van a la escuela. “Es bueno que podamos estar regulados para salir con nuestras unidades y entregar bultos a domicilio o incluso para hacer viajes con personal de una fábrica, por ejemplo. Aunque creemos que es algo transitorio, nos genera algunas expectativas”, indicó el presidente de la entidad, Rodolfo Bogarsukoff.
Una de las primeras actividades que quedaron en “stand by” fueron las clases en todos los niveles educativos y como se trata de un servicio que se paga si se recibe contraprestación, a la mayoría de quienes viven del transporte escolar (en La Plata hay unas 250 unidades habilitadas) no le quedó mucho resto para enfrentar las consecuencias económicas de la emergencia sanitaria. “Hay choferes y las celadoras que la están pasando muy mal; por eso reclamamos una exención de las tasas municipales y en algunos casos la tarjeta alimentaria”, concluyó Bogarsukoff.
En general, el precio por realizar el delivery es pactado entre el usuario y el taxista, explican
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