El “misterio” de la baja de celulares en China y la cifra “real” de muertos

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En una información que disparó todo tipo de sospechas y conjeturas en las últimas horas, las autoridades gubernamentales de China reportaron que se cancelaron alrededor de 21 millones de cuenta de teléfonos celulares en los últimos tres meses, fecha que coincide con el inicio de la propagación del coronavirus en el país asiático.

El informe revelado por Beijing mostraría las cifras reales de víctimas mortales, a diferencia de los reportes difundidos por el Partido Comunista de China. Hay que tener en cuenta que los teléfonos celulares en el país asiático son parte indispensable de la vida de sus ciudadanos.

“El nivel de digitalización es muy alto en China. La gente no puede sobrevivir sin un teléfono celular”, explicó a The Epoch Times, Tang Jingyuan, comentarista de asuntos de China que trabaja en los Estados Unidos.

“Para tramitar las pensiones y la seguridad social con el gobierno, comprar boletos de tren, hacer compras… no importa lo que la gente quiera hacer, deben usar teléfonos celulares”, agregó.

“El régimen chino requiere que todos los chinos usen sus teléfonos celulares para generar un código de salud. Ahora, solo con un código de salud verde se permite a los chinos moverse en China”, relató Tang y aseguró: “es imposible que una persona cancele su teléfono celular”.

Muchos analistas ponen el foco en la cancelación de los 21 millones de líneas de teléfono que podrían conducir a la cifra real de víctimas de COVID-19, cantidad que podrían ser mucho más altas que el número oficial reportado por la República Popular China.

“En la actualidad, no conocemos los detalles de los datos. Si solo el 10 por ciento de las cuentas de teléfonos celulares se cerraron porque los usuarios murieron a causa del virus del Partido Comunista de China, la cifra de muertos sería de dos millones”, especuló Tang, aunque aclaró que también “es posible que algunos trabajadores migrantes tuvieran dos números de teléfono celular antes. Uno de su ciudad de origen y el otro de la ciudad en la que trabajaban. En febrero, pudieron haber cerrado el número de esa ciudad porque no podían ir allí. Por lo general, los trabajadores migrantes viajaron a su ciudad de origen para el Año Nuevo chino en enero, y luego las restricciones les impidió regresar”.

 

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