El test y los testeos

Mario A. Vestfrid

Presidente de FUNDANYCC

Existen diferentes pruebas para la detección del COVID-19 y que permiten conocer si una persona está infectada o lo ha estado. Son de vital importancia para detener la propagación de la enfermedad. De los tres test que se utilizan la PCR es el más confiable porque es el que revela la presencia del coronavirus. Los otros dos cuyos resultados se obtienen con rapidez, indican la aparición de los anticuerpos señalando que el individuo está o estuvo en contacto con el virus. Si bien las pruebas son de gran valor se está tratando de desarrollar otras que sean más rápidas dada la velocidad de propagación del virus y que sean más precisas para llegar a un diagnóstico lo antes posible. La PCR evalúa la presencia del virus detectando fragmentos de su genoma y aunque el test de resultado positivo no significa que esté cursando el padecimiento ya que solo puede tratarse de un portador, es decir, de un individuo asintomático del proceso.

Como el virus es ARN, previamente debe convertirse en ADN por acción de una enzima denominada transcriptasa inversa o retrotranscriptasa y de ahí que al test también se lo conoce como RT-PCR.

El material es obtenido por hisopado nasofaríngeo y la prueba tarde entre 3 y 6 horas, siendo su confiabilidad de más del 90%.

Los otros test permiten detectar las proteínas virales. Los anticuerpos (Ac) se fijan en la envoltura viral. Si la reacción es positiva señala que hay o hubo proteínas del virus y que la persona está o ha estado infectada. Las pruebas de anticuerpos pueden distinguir el tipo de inmunoglobulina predominante. La detección de la IgM es indicativa de una infección reciente mientras que la IgG de una respuesta secundaria y por tanto más prolongada en el tiempo. En conclusión, los diferentes test nos orientan sobre la posible presencia del virus en el organismo, como ha reaccionado y cuál es su estado frente al mismo de acuerdo a los anticuerpos que se han generado.