La perniciosa afinidad del coronavirus con los pulmones

Edición Impresa

Mario A. Vestfrid | Presidente de FUNDANYCC

Las partículas virales no poseen los elementos indispensables para reproducirse por sí mismas y es por ello que deben alojarse en las denominadas células huésped u hospedadoras.

En efecto, al carecer de la capacidad para multiplicarse como el común de los seres por falta de citoplasma, necesitan indefectiblemente utilizar los dispositivos metabólicos que les brindan las diferentes células a las que pueden ingresar.

Los virus no son considerados seres vivos sino partículas infectantes y cuando están libres en la naturaleza no generan las copias de su genoma ni de sus envolturas y, como consecuencia, no se perpetúan a través del tiempo.

El ciclo viral incluye una serie de etapas que es necesario conocer para tomar las medidas adecuadas y con ello evitar la difusión y el contagio.

Uno de los interrogantes que surge es por qué el virus SARS-CoV-2 tiene predilección por el sistema respiratorio.

El Profesor de la Escuela de Medicina de la Universidad Johns Hopkins Panagis Galiatsatos señala que “…el receptor ACE2 está presente en las células de numerosos sectores del organismo como el tracto gastrointestinal, los riñones, el corazón y el aparato respiratorio”.

En conclusión, el verdadero problema radica en que al reproducirse el virus destruye las células que revisten los alvéolos pulmonares, dando lugar a severos trastornos respiratorios como la neumonía bilateral.

 

 

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE