Nuevos casos de dengue acentúan la preocupación

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Casi seis mil nuevos casos de contagio de dengue en el país en la última semana y la evidencia de que el brote de esta enfermedad en muchos distritos supera a los que registra el coronavirus constituyen datos que deben preocupar, ya que se habla de una infección que en ocasiones evoluciona hasta convertirse en un cuadro potencialmente mortal, llamado dengue grave.

Lo concreto es que un total de 38.181 casos de dengue se registraron desde fines de julio de 2019 hasta el 9 de mayo pasado en la Argentina, donde circulan tres serotipos del virus, lo que implica un aumento de 5.958 notificaciones nuevas de la enfermedad en la última semana, según datos actualizados del Boletín Epidemiológico nacional.

En La Plata la cantidad de casos registrados ya ascendieron a más de 150, con brotes especialmente en el casco urbano y Gorina, siendo el 80 por ciento de ellos autóctonos. Las muertes ocurridas en el período indicaddo llegaron al número de 24 y, en cuanto a la distribución geográfica el boletín detalló que Jujuy registró la mayor incidencia acumulada del período con 412,3 casos por cada 100 mil habitantes, seguida por Misiones, Tucumán y Salta con tasas de 386,4; 318,1 y 306,7 respectivamente.

Cabe consignar que el dengue resulta de una infección vírica transmitida por la picadura de las hembras infectadas de mosquitos del género Aedes aegypti y hay cuatro serotipos del virus. En Argentina circulan tres: el DEN-1, el DEN-4 y el DEN-2. Ahora los especialistas vienen advirtiendo que el mosquito se ha adaptado y puede resistir a temperaturas más bajas, por lo que piden no aflojar con las medidas preventivas -como el descacharreo- ni siquiera durante el invierno.

Se sabe que cada insecto puede picar a una persona infectada y en la siguiente picadura transmitir el virus del dengue a otra, explicaron. Los síntomas son dolores de cabeza, musculares y detrás de los ojos y decaimiento general. Los pacientes requieren “inmediata atención médica y aislamiento, porque mientras están enfermos pueden ser fuente de contagio”, advirtieron

También se conoce que la mayoría de los esfuerzos sanitarios están volcados hoy en la prevención de los contagios del COVID-19, que amenaza como nunca antes a la sociedad, y que por consiguiente la realidad del dengue aparece como enmascarada, aún cuando los especialistas insisten en que es igualmente peligrosa.

Lo que vino ocurriendo y lo que podría sobrevenir habla a las claras sobre la necesidad de que las áreas oficiales de salud refuercen estas acciones y que toda la sociedad alce la guardia, sin cejar en la tarea de desplegar en forma continuada una labor preventivo-educativa.

Como se ha dicho, estas prevenciones valen especialmente especialmente para los sectores periféricos de la ciudad, que es donde esos males suelen presentarse con mayor frecuencia, a pesar de que en esta ocasión la zona céntrica se vio también alcanzada.

Sin embargo, es evidente que, en el caso del dengue, debe preocupar la concientización de los sectores más vulnerables. Entre ellos, de las personas que ya tuvieron la enfermedad -en riesgo potencial mayor de contraer dengue hemorrágico- y de los habitantes de los asentamientos marginales, en los que las mismas casas, de chapa, y en las que se utilizan neumáticos para sostener los techos, pueden actuar como criaderos de mosquitos.

 

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