La nueva cuarentena echa llave a miles de negocios porteños

La medida afecta a unos 25.000 comercios de la ciudad de Buenos Aires. Intensifican controles y se restringe el transporte

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La flexibilización de la cuarentena ensayada días atrás en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (C.A.B.A) desandará algunos pasos desde mañana, en el primer día hábil de esta nueva etapa de aislamiento. Bajarán las persianas de unos 25.000 negocios no esenciales en grandes centros comerciales y de trasbordo, cerrarán once estaciones de trenes y se reforzarán los controles vehiculares. En tanto que se mantendrán las salidas recreativas con chicos de hasta 15 años.

“La evidencia muestra que se está llegando al pico de contagios [por coronavirus]”, argumentó ayer el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta.

A la hora de los anuncios, los positivos confirmados en C.A.B.A eran 6.146, con 185 fallecidos. Del total de infectados, 2.313 correspondían a barrios vulnerables, donde el esparcimiento del virus preocupa sobremanera. Los casos, advirtió Larreta, “se han quintuplicado en las últimas dos semanas: eso aumenta nuestra preocupación y, por más que sabíamos que iba a venir, al momento que ocurre tenemos que ajustar todo para evitar que se disemine más allá de lo que se pueda contener”.

Uno de los principales focos de atención estará en el transporte público, reservado para trabajadores esenciales. En ese sentido, permanecerán cerradas 11 (de 42) estaciones de tren: Rivadavia, Lisandro de la Torre, 3 de Febrero, Colegiales, Coghlan, Drago y Pueyrredón del Ferrocarril Mitre; Hipólito Yrigoyen del Tren Roca; Villa Luro y Floresta del Ferrocarril Sarmiento; y Presidente Illía del Ferrocarril Belgrano Sur.

En cuanto a los colectivos, habrá operativos en once centros de trasbordo (Sáenz, Retiro, Constitución, Chacarita, Once, Flores, Liniers, San Martín, Pacífico, Barrancas de Belgrano y Pompeya). Y en los cuatro puntos de mayor circulación: Puente Alsina, Av. Rivadavia, Puente Pueyrredón y Puente de la Noria.

Los subtes continuarán funcionando al 50 por ciento.

Además, se endurecerán los controles en los ingresos a capital federal, los centros de transbordo de colectivos y la circulación dentro de la ciudad. Según lo anunciado, habrá cerca de 700 efectivos abocados a controlar los 36 accesos habilitados desde o hacia Provincia, para verificar que sólo circulen trabajadores esenciales.

Pero en la batalla contra la pandemia, una no menor deberán librar los comerciantes de unos 25.000 locales ubicados en grandes centros. Son zonas que representan el 80 por ciento de la aglomeración porteña. Para evitarla, se restringirá la actividad y se buscará que sólo funcionen los negocios de cercanía, aquellos “a los que se puede llegar caminando”. Las restricciones alcanzarán al Microcentro, Once, sectores de las avenidas Avellaneda, Belgrano, Boedo, Cabildo, Federico Lacroze, Córdoba, Jujuy, Santa Fe, Callao, Santa Fe, Pueyrredón, Coronel Díaz, Scalabrini Ortiz y Corrientes, y segmentos de las calles Aguirre, Libertad y Paraná. También volverán a cerrar sus puertas los comercios ubicados en Retiro, Constitución, Plaza Once, Chacarita, Plaza Italia y Liniers.

La reversa en la flexibilización comercial llevó ayer a la Federación de Comercio e Industria (Fecoba) a advertir que “cuando se decida retomar la actividad, entre el 25 y el 35 por ciento de los comercios habrá desaparecido, dejando un tendal de desocupados y habiendo desfinanciado al Estado por la imposibilidad de pagar los impuestos. Está en juego la subsistencia”.

 

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