La influencia del terruño en el vino

@pabloamado1

¿A qué se debe que una misma variedad de uva nos de vinos muy diferentes entre sí según en qué zona geográfica esté plantada? La causa de estas diferencias –apreciables en la estructura del vino, sus aromas…- hay que buscarla en el terruño o terroir.

Llamamos terruño al espacio delimitado con un determinado tipo de suelo, situación geográfica (orientación, cantidad de agua…) y clima. Es decir, una serie de elementos que influyen en el perfil del vino, a los que hay que sumar la mano del hombre, que decide sobre las labores de campo (poda, sistemas de conducción, fertilización…) y también sobre las técnicas de vinificación.

En el caso, de nuestro país, tenemos distintas zonas que poseen terruños con diversas características. Por ejemplo, en el caso de la provincia de San Juan, el Valle del Pedernal está considerado por los críticos especializados como uno de los terroirs emergentes más excepcionales de Argentina, se desarrolla recostado sobre el Pedemonte de la Cordillera de los Andes, a una altura que va desde los 1200 a los 1700 msnm, condiciones topográficas que le permiten contar con  veranos templados y noches muy frescas, parámetros ideales para el cultivo de uvas destinadas a la producción de vinos de calidad superlativa.

Formando parte de los viñedos de San Juan, que con sus 2972 hectáreas de superficie plantada la convierten en la segunda provincia vitivinícola argentina,está ubicado al suroeste de la misma, a 90 km de su ciudad capital. Es un oasis productivo protegido por la barrera natural que ofrece la sierra del Pedernal. 
 
Alejado de la civilización, es un valle confinado que lo mantiene aislado de plagas naturales, creando condiciones únicas para los aventureros que se animan a explorarlo. Desde el año 2007, el Valle de Pedernal es una Indicación Geográfica (I.G.) vitivinícola, un lugar único y diferente donde nacen vinos argentinos de clase mundial. 
 
La composición de sus suelos es tan rica como diversa, con una fuerte presencia de calcáreo geológico de origen marino, únicos en la vitivinicultura nacional, los que se han originados hace más de 485 millones de años y que representan un compuesto altamente favorable para el desarrollo cualitativo de la vid, presente en muy pocos terroirs a nivel mundial. 

Pero lo que sin dudas caracteriza de modo particular a esta microrregión, es la abundancia de Silex o piedras de sílice, conocidas como “pedernales”, las que bautizan a este valle tan singular. La influencia en los vinos es marcadamente positiva, dando ejemplares con mucha fruta, al tiempo que ofrecen complejidad y elegancia, incluso en los vinos más jóvenes.

En esta región de nuestro país, también se elaboran vinos de alta gama. Un caso de ello, es el Fuego Blanco Valle del Silex Flintstone Malbec 2016 de la bodega Fuego Blanco, propietaria de la misma, la familia Millán. 

 “Los Malbecs del Valle de Pedernal son mis preferidos y este sin lugar a dudas lo es. Tiene características maravillosas, sumamente complejo por las características climáticas y de suelo que posee. Es un vino complejo, con alta intensidad de color, con taninos delicados y sedosos.” expresa Clara Roby, enóloga de la bodega.

Elaborado a 1450 msnm en el Valle de Pedernal, se presenta en vista como un vino de un rojo intenso y profundo, para luego expresar en nariz notas a hierbas aromáticas como tomillo, flores y lavanda, en conjunción con frutas rojas y negras. Al ingresar a la boca resulta amable y persistente, mostrando taninos domados, suaves y redondos, condiciones que lo vuelven una excelente compañía de quesos duros, guisos y otros platos de cuchara.

Fuego Blanco Valle del Silex Flintstone Malbec 2016 ya se encuentra disponible para comprar online en la tienda virtual de la bodega, con envío a todo el país, a un precio sugerido de $820.