Sin prórroga para los bonistas y pedido de no caer en default
Edición Impresa | 7 de Mayo de 2020 | 02:11

Mientras el ministro de Economía Martín Guzmán sigue negociando contrarreloj con los bonistas, el presidente Alberto Fernández afirmó que espera que el “mundo entienda” el proceso de reestructuración de deuda que lleva adelante el gobierno argentino y ratificó que mañana viernes vence el plazo para que los bonistas notifiquen si aceptan la propuesta.
“La fecha es el 8 (este viernes) y esperamos que el mundo entienda, nosotros no especulamos con nada, ni siquiera con la situación económica, confiamos en reponernos y poder cumplir en el futuro”, indicó Fernández en un reportaje radial. El jefe de Estado dejó en claro que “el único vocero” del Gobierno que participa en el diálogo con los acreedores externos es el ministro Guzmán.
De todos modos, nadie en el mercado o el sistema político cree ya que el 8 de mayo se termine la negociación. La nueva fecha crucial pasó a ser el 22 de mayo, último día del período de gracia de un bono por 503 millones de dólares, cuyo pago o impago se convertirá en dato clave para saber si el país cae en default parcial.
Claro que tanto el Presidente y su ministro de Economía, han planteado a los acreedores una suerte de “tómelo o déjelo” sobre la oferta de reestructuración, al enfatizar que se trata de “la última oferta” y que “Argentina no puede pagar” más de lo que ofrece.
“Que la Argentina diga que es la última oferta no quiere decir que lo sea, es para negociar”, explica Víctor Beker, director del Centro de Estudios Económicos de la privada Universidad de Belgrano.
Pero “el default no le conviene a nadie”, advierte Matías Rajnerman, economista de la consultora Ecolatina.
¿Cuál es la estrategia? “Si el gobierno llegaba a decir ‘ésta es la propuesta y si no les gusta tengo otra’, no podría negociar”, señaló Rajnerman, al justificar el tono agresivo de Fernández y Guzmán.
Ambos tienen el aliado jamás pensado: el FMI, según el cual la deuda, así como está, es insostenible para Argentina. Esta semana lograron además el consenso de grandes patronales, la central obrera y los 24 gobernadores, incluso los opositores.
¿Les alcanza? El gobierno remueve el fondo de la olla. Se arrastran dos años de recesión y este año el PIB caerá casi 6 por ciento, según el FMI. Las exportaciones cayeron 40 por ciento y hay parálisis económica por la pandemia del coronavirus.
SIN PAGO AL CLUB DE PARÍS
El Gobierno postergó el martes el pago de una cuota de 2.100 millones de dólares de su deuda con el Club de París “tras haberlo solicitado” y en un marco de “comprensión” de los acreedores, confirmo ayer una fuente oficial.
De cara al futuro, y a partir de este contexto económico internacional, Alberto F. admitió que se deberían “cambiar las reglas de juego” en todo lo relativo a las deudas porque el “mundo inexorablemente va a cambiar”.
Mientras, la Asociación Empresaria Argentina (AEA) también fijó su postura sobre la deuda externa: “Para que las empresas puedan cumplir plenamente su papel decisivo en el proceso de recuperación económica, es fundamental evitar la ruptura en la cadena de pagos interna así como la cesación de pagos externa o default”, afirmó a través de un comunicado.
En el mismo, remarcó que “el acceso al crédito internacional mejorará las perspectivas económicas, generará más empleo privado y favorecerá la realización de inversiones productivas en el país”.
“Desde la ciudadanía y el Gobierno de nuestro país hemos hecho un esfuerzo muy importante y exitoso para contener la propagación del coronavirus”, destacó la entidad gremial empresaria.
Señaló que “por este motivo, es imprescindible apoyar la red de empresas pequeñas, medianas y grandes que, en conjunto, constituyen cadenas de valor que hacen posible la producción, el empleo y generan exportaciones desde la Argentina”.
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