Trump caminó con paso vacilante y desató rumores sobre su salud

NUEVA YORK

El presidente Donald Trump, que el último domingo cumplió 74 años, está en el medio de una ola de versiones sobre su estado de salud. Los rumores se dispararon el sábado, combinados con el hashtag #Trumpisnotwell (Trump no está bien), que empezó a ser tendencia en las redes sociales luego de su discurso de graduación de cadetes en la academia militar de West Point, Nueva York

Durante el acto, pudo verse al mandatario ayudándose con ambas manos para tomar un vaso de agua. También llamó la atención luego, cuando bajó la rampa desde el escenario de manera inestable, con pasos cortos y vacilantes, que apuró al final de la meta para llegar a tierra sin caerse.

De inmediato, ambos videos se viralizaron en las redes sociales con comentarios sobre su salud y preguntas sobre su verdadera capacidad física.

“¿El Presidente de los Estados Unidos está bien físicamente”, se preguntaba la cuenta #Trumpisnotwell en Twitter. Y más de 32.000 personas dejaron su comentario sobre el tema en la red social.

Trump tiene por costumbre atacar a sus adversarios políticos subestimándolos sobre su vigor o energía, como pasó con Hillary Clinton, a quien molestaba por su supuesta falta de “estamina” (resistencia) en la campaña de 2016, y con el ex vicepresidente y candidato presidencial demócrata Joe Biden, a quien ha llamado “sleepy Joe” (somnoliento, adormecido) en más de una ocasión. Pero esta vez, el magnate tuvo que salir a dar una explicación sobre su propio estado en su cuenta de Twitter.

“La rampa que bajé después de mi discurso de graduación de West Point fue muy larga y empinada, no tenía pasamanos y, lo más importante, era muy resbaladiza. Lo último que iba a hacer es “caer” para que Fake News se divirtiera. Final diez pies corrí a nivel del suelo. ¡Impulso!”

En el video, Trump aparece acompañado por el superintendente de la Academia Militar, teniente general del ejército Darryl A. Williams, quien desciende la rampa caminando normalmente.

Medios de comunicación como The New York Times recordaron que este episodio trajo a colación las dudas no disipadas sobre la salud del presidente y su inesperada visita en noviembre pasado al Centro Médico Walter Reed. A diferencia de las dos últimas oportunidades en que Trump se había sometido al chequeo de rutina, esta vez la visita al centro de salud no estuvo en la agenda pública ni fue notificada con anticipación. En ese momento, Trump dijo que se trataba de un chequeo de rutina.