Se hunde la clase media

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Río de Janeiro

La pandemia causó más de 550.000 muertes en el mundo y según la ONU provocará que unos 45 millones de personas caigan de la clase media a la pobreza en Latinoamérica y el Caribe, la región más desigual del planeta.

La mitad de los muertos se registran en Estados Unidos, Brasil, Reino Unido e Italia.

Con más de 200 mil muertos, Europa es la región más afectada. De los infectados por el nuevo coronavirus más de la mitad, fueron declarados curados según un balance realizado a partir de fuentes oficiales.

Epicentro de la pandemia, Latinoamérica y el Caribe registran ya más de 3,1 millones de casos confirmados y más de 135.000 muertos, sobre todo en Brasil, México, Perú y Chile. La ONU estima que la caída del PIB regional este año será de 9,1 por ciento, la mayor en un siglo.

La organización anticipa que a raíz de la pandemia la tasa de pobreza subirá un 7 por ciento en 2020, un aumento de 45 millones de personas, con lo cual la cifra total de pobreza y extrema pobreza en la región aumentará a 230 millones (37,2 por ciento de la población).

La ONU estima que la extrema pobreza crecerá 4,5 por ciento, unos 28 millones de personas, para afectar en total a 96 millones (15,5 por ciento de la población) que están “en riesgo de hambre”, dijo la mexicana Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Comisión Económica de la ONU para América Latina y el Caribe (CEPAL).

La pobreza crece, en parte, debido a la aguda crisis económica provocada por la disparada del desempleo a raíz del frenazo de la economía por la enfermedad COVID-19.

El 80 por ciento de la población de la región vive en ciudades, millones de ellos hacinados, sin acceso a agua potable y servicios de salud.

La ONU cree que el desempleo aumentará de 8,1 por ciento del año pasado a 13,5 por ciento, con lo cual la región pasaría a tener este año más de 44 millones de desempleados, unos 18 millones más que en 2019.

La pandemia sigue acelerándose en Estados Unidos y en Brasil, donde hay 1,7 millones de infectados, entre ellos su presidente, Jair Bolsonaro, que se niega a paralizar a la economía de su país por considerar que ello sólo agravaría la situación del pueblo brasileño.

En Brasil, la pandemia coloca a los indígenas de la Amazonía ante la encrucijada de permanecer en la aldea, con pocos recursos médicos, o ir a la ciudad arriesgándose al contagio y al desarraigo cultural.

 

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