Élida Morzilli
Edición Impresa | 19 de Julio de 2020 | 02:11

El fallecimiento de la periodista Élida Morzilli, una apreciada docente de la UNLP, provocó numerosas muestras de pesar entre quienes valoraron tanto su trayectoria profesional como la calidez y la honestidad con la que encaró cada uno de sus proyectos.
Había nacido el 7 de febrero de 1947, en La Plata, sus padres fueron Juan Bautista Morzilli y Carolina Yantorno y creció junto a su hermano Rodolfo. Cursó la primaria en la escuela de 12 y 68 y la secundaria, en el Colegio Normal N° 2. En ambos establecimientos fue abanderada.
Su espíritu inquieto la llevó a estudiar Zoología, Biología y Antropología, en la facultad de Ciencias Naturales de la UNLP y Sociología, en la Universidad de Buenos Aires.
Después de trabajar de maestra durante algunos años, se mudó a Honduras donde fortaleció su faceta de mujer emprendedora e independiente. Ya de regreso al país, retomó su trabajo como docente y en 1984 ingresó al Museo Provincial de Bellas Artes “Emilio Pettoruti”, donde fue la responsable del área de Comunicación y Prensa.
A la par completó la licenciatura en Periodismo y Comunicación Social en la UNLP. En esta etapa se reencontró con su faceta como docente, se apasionó por la radio y fue profesora de materias como Redacción Periodística e Investigación. También impulsó la carrera de Locución y estuvo al frente del Taller de Prácticas Integrales de Radio. Además dictó clases de periodismo en General Sarmiento.
El trabajo, lejos de cansarla, la potenciaba, por eso sus alumnos y colegas la recuerdan como una entusiasta que no dudaba en sumarse a los proyectos que le proponían.
Cálida, pero firme a la hora de formular su espíritu crítico, como docente se ponderó su capacidad para transmitir conocimientos académicos, sin descuidar la mirada ética sobre los acontecimientos.
En el terreno familiar, sus sobrinas Lorena, Paula y Julia tuvieron en ella a una tía siempre presente y compinche, alguien que las amó y contuvo en todas las etapas.
Le encantaba escribir, pero su perfil intelectual también convivía con la mujer que tejía, cosía o cocinaba para sus amigos, por eso en su entorno íntimo, solían definirla como una “mujer orquesta”.
Espiritual, alegre, empática y de una gran humildad, Élida Morzilli, fue una mujer agradecida y singular que, sin dudas, será recordada como se lo hace con la gente de bien.
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