Desafectan al policía que se filmó con una picana junto a un menor detenido

“Hablá bien”, se le escucha decir, en modo imperativo, a un hombre que no se ve en un videito claramente grabado por un celular. A quien sí se ve es a un joven con barbijo, que repite un par de nombres o de apodos, a la pregunta de “¿quién más?”. En la escena, que no dura más que unos cuantos segundos, se escucha un par de veces el sonido intermitente de una picana eléctrica. Las imágenes se viralizaron a última hora del lunes a través de las redes sociales y en las últimas horas, puestas en contexto, derivaron en la desafectación de un sargento de la Policía Bonaerense que prestaba servicios en el Comando de Patrullas y ahora enfrenta cargos por “apremios ilegales”.

Una inspección ocular, sumada a las declaraciones testimoniales de otros dos efectivos, permitió confirmar que el material fue grabado el domingo pasado en un sector de la comisaría Sexta de Tolosa, a donde había sido derivado un adolescente de 17 años acusado de abrir fuego contra personal del Comando, en un operativo que acababan de hacer en inmediaciones de El Mercadito, se informó oficialmente.

Eso pasó a primera hora del domingo en 118 entre 520 y 521, donde tres oficiales que recorrían la zona se aproximaron al sitio del que provino “una explosión similar a un disparo”, según su reporte, donde se encontraron con un joven que al verlos sacó un arma y abrió fuego, con mala puntería. El tiro impactó en lo que queda de un Fiat Uno blanco en estado de abandono, para luego escapar a pie.

Siempre según la versión policial, tras una breve persecución el menor “descartó un objeto similar un arma de fuego”, a pocos metros de donde lo capturaron.

Antes de trasladarlo secuestraron la pistola calibre 9 milímetros marca Taurus que había tirado un rato antes, con dos cartuchos en el cargador, además de una llave de auto que tenía entre sus ropas.

El propio adolescente refirió que era de un Ford Fiesta que había abandonado en la zona, concretamente, en 119 y 524.

Investigando la patente determinaron que el coche en cuestión había sido sustraído a las 21 del último sábado en 9 y 494, en Gonnet, en un hecho por el que se abrió una causa caratulada “robo agravado automotor”, mientras que el arma con la que hizo menor el disparo todavía conservaba el número que permitió rastrearla y la inscripción “policía”.

También había sido robada, aunque mucho antes -exactamente un mes- en barrio Norte.

Fue a las 5 de la mañana del 26 de junio en 10 entre 36 y 37, cuando un sargento que presta servicios en la Casa de Gobierno provincial, se trasladaba hacia su trabajo en una bicicleta Raler 5.0 y lo interceptaron dos delincuentes, en apariencia menores, que iban en una moto de gran cilindrada de color negro.

En la denuncia que luego radicó en la comisaría Segunda, recordó el policía que los delincuentes le cruzaron la moto y el conductor, tras apuntarle, disparó hacia el asfalto mientras el acompañante bajaba y se le acercaba para exigirle “quedate quieto y dame todo”.

El ladrón le quitó el arma reglamentaria que el sargento tenía en la cintura, del lado derecho, junto con dos cargadores que guardaba en el bolsillo de la campera. De los del pantalón le sacó su teléfono celular y sus documentos, además de una mochila de color verde en la que tenía, entre otras cosas, la billetera con 5.000 pesos y su credencial de Policía.

Con todo eso el ladrón subió de nuevo a la moto y ambos escaparon por 10, en contramano hacia la calle 32.

Con estos dos antecedentes el menor fue llevado a la comisaría Sexta, para ponerlo a disposición de la fiscalía del Joven número 9 y la Defensoría y Juzgado 4 del mismo fuero. ¿Qué pasó durante el tiempo que permaneció alojado en la dependencia?

Después de que se viralizó el video, el jefe de la comisaría Sexta, el subcomisario Cristian Bernhard hizo la denuncia ante el fiscal en turno, Marcelo Martini, quien ordenó tomarle declaración a los policías del Comando que participaron del operativo, hacer una inspección ocular en la seccional para constatar si las imágenes coinciden con las de la dependencia y revisar el patrullero R.O 23.142 en el que llevaron al joven, informaron fuentes judiciales. También dispuso secuestrar los teléfonos de todos y los libros de guardia.

Un mayor y una teniente señalaron como responsable a un tercer compañero, un sargento que extraoficialmente habría aceptado su responsabilidad y ya fue desafectado por orden de la Auditoría General de Asuntos Internos (AGAI), procesado por “apremios ilegales”.

Su versión, aún no ratificada en sede judicial, es que “quiso hacer una broma y se filmó”, negando haber hecho descargas en el cuerpo del menor, una versión totalmente opuesta a la que expuso en una denuncia la Comisión Provincial por la Memoria, según la cual el menor “torturado durante horas con golpes y picana eléctrica, exigiéndole que confiese el robo y quiénes eran sus cómplices”.

Desde distintos ámbitos negaron esto, con la aclaración de que el menor fue “revisado en cuerpo médico”.

El fiscal Martini se entrevistará hoy con el adolescente en el instituto Almafuerte, donde quedó alojado, y ordenó que se le haga un nuevo examen médico.

Con respecto al acusado, después de que éste negó tener un teléfono celular dispuso que revisaran sus pertenencias, entre las que se encontró uno de la marca Samsung sin tarjeta SIM ni de memoria.

“La tenía encima”, apuntó una fuente con acceso a la causa, igual que un pendrive que también fue incautado para ser revisados.

Los investigadores no tienen pruebas, pero tampoco tienen dudas de que en esos dispositivos “debe estar el video que circuló en las últimas horas”.

¿Por qué lo compartió y con quiénes? No hay respuestas a esas preguntas, al menos por ahora.