Escándalo en el sur bonaerense: concejal K hizo una olla popular, tenía COVID y aislaron al pueblo

Pedro Luro es una pequeña localidad del partido de Villarino, en el sudoeste de la Provincia con poco más de 20 mil habitantes. Y aunque hasta principios de la semana estaba en fase 5, ahora volvió a una estricta fase 1, a partir de un brote que se habría expandido en una olla popular de la que participó una concejala del kirchenrismo, a quien desde Juntos por el Cambio acusan de haber tenido una "conducta irresponsable". 

En pocas horas, se informaron 12 casos y más de 300 personas debieron quedar en aislamiento preventivo por haber tenido contacto estrecho con los contagiados, lo que generó un enorme impacto en un pueblo que ahora vive pendiente de la evolución del coronavirus.

Ayer, el intendente municipal Carlos Bevilacqua dispuso que la localidad de Villa Luro retorne a la Fase 1 por 14 días corridos, una decisión de enorme impacto, ya que significa que hasta el martes 25 de agosto solo podrán salir de sus casas quienes brinden servicios esenciales, mientras que los únicos comercios a los que se les permitirá abrir sus puertas son los que venden alimentos, las farmacias y las ferreterías. 

Según pudo reconstruirse, el primer caso en Pedro Luro fue el de un empleado de una empresa que retornó al pueblo. Él habría contagiado al dueño de la firma, quien participó de una juntada de la que también fue parte el esposo de la concejal Susana Velázquez, quien fue apuntada por el oficialista Juntos por el Cambio, que la acusa de diseminar el virus por el pueblo por una conducta irresponsable. 

La edil de La Cámpora dio positivo a los testeos de coronavirus en las últimas horas. El último domingo participó de una actividad de una actividad en un merendero en el populoso Barrio Bonacina de Pedro Luro, al que se apuntó como uno de los principales focos de expansión del virus, junto a esa "juntada". 

La propia Velasquez informó que siempre tuvo “las precauciones necesarias para cuidarme y cuidar de los demás y todxs quienes fueron contactos” y recomendó “reforzar los cuidados, mantener el distanciamiento, ser responsables y solidarios”. Pero también se ocupó de borrar los tuits en los que convocaba a la actividad del domingo pasado, organizada a nivel nacional por La Cámpora. 

En el municipio que conduce Carlos Bevilacqua están convencidos de que Velázquez, precisamente, actuó de forma irresponsable y poco solidaria. Pero sobre todo creen que, siendo concejala, violó abiertamente los decretos presidenciales y provinciales que determinan qué actividades están habilitadas y cuáles no en el marco de la cuarentena dispuesta el 20 de marzo pasado.

“Siendo concejala violó el DNU presidencial y todas las disposiciones. Expuso potencialmente a todos los que fueron a esa olla popular. Hacer la investigación epidemiológica de los contactos va a ser dificilísimo. Nos hizo un desastre. Desde el intendente para abajo hay una bronca enorme”, dijeron cerca del jefe comunal. 

Más allá de la polémica, en el pequeño pueblo los ánimos están caldeados por demás caldeados. 

Pedro Luro

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