Se enciende una estufa solidaria en Villa Garibaldi

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Con el objetivo de brindar una opción económica y confiable para la calefacción en hogares de barrios populares, docentes y alumnos de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de La Plata fabricaron una estufa con perfilería de hierro y ladrillos para la calefacción en hogares de barrios populares, informó esa casa de estudios.

El primer dispositivo fue instalado en un comedor comunitario de Villa Garibaldi, en la periferia platense.

La llamada “estufa solidaria”, que se puede utilizar con distintos tipos de leña, cuenta con una doble cámara de combustión que aporta seguridad y eficiencia a la operación, se destacó.

La iniciativa es un proyecto de extensión acreditado y financiado con recursos propios de la Facultad y donaciones.

Juan Francisco Martiarena, secretario de Extensión de Ingeniería, explicó que la estufa solidaria tiene su origen en la ciudad de Rincón de los Sauces (Neuquén), donde ya funcionan estos modelos.

“A partir de un trabajo colaborativo con sus promotores, que son docentes y estudiantes de una escuela técnica de esa localidad, se logró obtener una versión local en la UNLP”, se explicó.

LISTO EN 8 HORAS

Martiarena detalló que “el tiempo que demanda entre la fabricación y la instalación es de unas ocho horas, aproximadamente. Esperamos que, a partir de mejorar la práctica, podamos lograr optimizarlo”.

“La estufa utiliza madera o leña que se quema en una primera cámara de combustión. Los gases generados pasan a una segunda cámara, donde se siguen quemando gracias al ingreso de aire secundario. Esto hace que se mejore el rendimiento y se logre una combustión más completa, reduciendo la cantidad de residuos tóxicos que se generan en la primera combustión. Estos gases terminan saliendo por un escape que da al exterior del lugar donde se ubica”, detalló el ingeniero.

El primer dispositivo desarrollado por los extensionistas, diseñado para calefaccionar un ambiente mediano, fue instalado en el comedor popular “El Arroyito”, ubicado entre las calles 5 y 537 de Villa Garibaldi.

Su construcción demandó una inversión aproximada de 6.500 pesos.

Se anticipó que la finalidad ahora es conseguir más financiamiento para poder fabricar nuevas unidades y destinarlas a otros comedores de la ciudad que más lo necesiten. “Contamos con un equipo de trabajo dispuesto a continuar con la fabricación y la capacitación para hacerlo”.

Por último, Martiarena adelantó que un nuevo objetivo es realizar adaptaciones al proyecto para construir, además, cocinas populares. “Esta idea surge a partir de indagar en las necesidades que se mantienen y agudizan en los comedores. La propuesta consiste en adaptar la idea de optimización de la combustión doble para generar un artefacto que permita cocinar grandes volúmenes de alimentos y, a su vez, calefaccionar ambientes”, expresó.

 

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