En Capital habilitarán actividades deportivas y en Provincia mantienen el freno de mano

Con el presidente Alberto Fernández como árbitro, el gobernador Axel Kicillof y el jefe de gabinete porteño, Horacio Rodríguez Larreta, acordaron este jueves que el Gran La Plata y el área metropolitana de Buenos Aires extiendan -a partir del lunes- la Fase 3 de la cuarentena, un término que, sin embargo, los inféctologos sugirieron quitar del anuncio que se hará mañana. La creencia generalizada es que, con casi cinco meses de aislamiento, la medida resulta poco menos que una entelequia de difícil acatamiento.

Tomando en cuenta esa recomendación, la nueva conferencia haría foco en la prevención, el distanciamiento y el cuidado individual. En el encuentro de Olivos, Kicillof y Larreta coincidieron en mantener la fase actual del aislamiento, aunque con diferencias sobre el grado de flexibilización. Porque mientras que para el mandatario provincial debe seguir “todo igual”, el alcalde porteño reclamó al Presidente la habilitación de deportes individuales (como golf, remo y tenis), de comercios en zonas de gran circulación (hasta ahora excluidos) y la inclusión de más actividades profesionales.

Pero si la lista de prioridades se bifurca es porque la realidad sanitaria a uno y otro lado de la General Paz es bien diferente.

Kicillof, por caso, sigue con mucha atención el aumento de los contagios por coronavirus que -con epicentro en el Conurbano- sumaron 4.983 en 24 horas. También, el nivel de ocupación de camas, que en el área metropolitana promedia el 68% por ciento.

Entre los datos que compartió Kicillof con el funcionario porteño y el Presidente, incluyó un dato alarmante: que el promedio de ocupación de camas de terapia intensiva es de diez por día. A ese ritmo, calculó, “el sistema se saturaría en 50 días”.

Para el Gobernador, que admitió que “estamos en una situación delicada”, hay otro dato que lo lleva a inclinarse por una cuarentena sin mayores cambios: en la ciudad de Buenos Aires, según datos que compartió ayer con intendentes e infectólogos, la ocupación de camas de terapia para adultos es del 66 por ciento en los hospitales públicos y del 85 por ciento en las clínicas y sanatorios privados. Si, como interpretan en la Provincia, la mayor apertura de actividades en la Capital redunda en más contagios y eso deviene en un colapso de los hospitales porteños, los pacientes podrían ser derivados a centros de salud del Conurbano, donde el margen es cada vez más estrecho.

En el equipo de Larreta no disimulan su inquietud por la ocupación de plazas para internados críticos. Pero matizan esa urgencia con la sostenida “estabilidad” en el reporte de contagios diarios -ayer fue de 1.120 casos-, a la vez que esperan que una baja en las cifras para las próximas semanas. Son esos datos los que, como cree el jefe de Gobierno porteño, alientan una mayor apertura de actividades.

Pocas, pero aperturas al fin: habilitaciones de deportes individuales; comercios en zonas como Once, Retiro y Constitución; streaming para espectáculos (sin público); actividades profesionales como arquitectos e ingenieros y el permiso a hoteles para recibir a personas que lleguen del interior, por ejemplo, para realizar algún tratamiento médico.

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