Estimado lector, muchas gracias por su interés en nuestras notas. Hemos incorporado el registro con el objetivo de mejorar la información que le brindamos de acuerdo a sus intereses. Para más información haga clic aquí

Enviar Sugerencia
Conectarse a través de Whatsapp
Temas del día:
Buscar
La Ciudad |Un cable a tierra en los difíciles días de la cuarentena

Volcarse al arte, la expresión liberadora con que muchos platenses afrontan la pandemia

La experiencia de quienes convirtieron el tiempo de aislamiento en un momento creativo. Pintar cuadros o dar forma a murales con mosaicos son parte de las estrategias para combatir el encierro, la soledad y las angustias. Y, también, para embellecer sus hogares

Volcarse al arte, la expresión liberadora con que muchos platenses afrontan la pandemia

Nelly Suárez, ex jueza “ Estoy a punto de cumplir 80 años y gracias al taller del grupo Templanza comencé a pintar cuadros e hice un mural en el fondo de mi casa con la técnica del trencadís. Esta obra de dos metros cuadrados me llevó todas las tarde de un mes. Me gusta estar ocupada, no estoy para nada angustiada”.

Mónica Pérez
Mónica Pérez

16 de Agosto de 2020 | 06:18
Edición impresa

Rodolfo vive solo y, desde hace casi cinco meses, cortó todo contacto presencial con sus afectos a raíz de la pandemia. El docente jubilado limitó sus salidas a cuestiones indispensables, comprar alimentos o ir a la farmacia, pero encontró en el arte una dimensión liberadora. Él es parte de un colectivo que se potenció con la cuarentena, el que integran quienes apuestan a la introspección y al tiempo creativo como una expresión para combatir el encierro, la soledad y las angustias.

Desde fines de marzo, Rodolfo Briata lleva enmarcados 25 cuadros en los que prevalecen los colores fuertes que, dice, nada tienen que ver con el encierro. “Reflejan el escape, la esperanza, no tienen nada de negro, no son tristes”, señala, y agrega que también participó junto a 20 escritores de la antología “Crear para creer”.

“La cuarentena me sirvió para meterme para adentro, buscar mi paz interior, disfrutar de la casa, del jardín, de cocinar”, resume el artista, pero aclara que la incertidumbre de la pandemia lo tiene agobiado.

Algunos de los cuadro que colonizan las paredes de su casa parecen pequeños relatos ilustrados, otros amalgaman colores que podrían reflejar el estado de ánimo del artista o el deseo de que detrás de la puerta de calle, estén nuevamente los hijos, los amigos o los alumnos del taller protegido de Florencio Varela con los que el docente colabora desde hace años.

“Mi casa parece un museo, pero yo no me quiero desprender de mis obras”, revela, y trae a la memoria la oportunidad en la que se olvidó dos de sus cuadros en un crucero, los llevaba para regalar a una amiga radicada en Barcelona. Lo que no creyó nunca es que esos mismos cuadros fueran descubiertos tiempo después adornando las paredes de un camarote en el que casualmente viajaba un matrimonio amigo.

POTENCIAR Y EMBELLECER

En el barrio Las Quintas, Alicia Del Hoyo asegura que, cuando pinta, para ella el tiempo es como un oasis y, desde que se dispuso la cuarentena, aprovechó distintos momentos para embellecer su casa.

“El arte me potencia, pinto cuadros, pero también hago trencadís –ornamentación con fragmento de mosaicos- y, en la entrada de casa, reflejé en unos pájaros mi gusto por la naturaleza “, asegura la docente de artes plásticas que, alejada de las aulas, encuentra el momento para expandirse en esta, otra de sus pasiones.

En los últimos meses, Alicia aprovechó los días de sol para dedicarse a la instalación de mosaiquismo que hizo en el frente de su casa y también pintó en su atelier. Su temática es realista, pero además compuso algunas obras abstractas. Su mayor contratiempo fue no conseguir determinados materiales como bastidores, pero se las ingenió para reciclar algunos que tenía en desuso y ponerlos en valor para nuevas creaciones.

“Ahora estoy texturando con papel un fondo que va a ser un tigre”, cuenta esta artista que asegura que “el arte es salvador y sanador, siempre”.

De eso también da fe el arquitecto Raúl Cóppola que dedicó a las artes plásticas muchas de las horas del confinamiento impuesto por la cuarentena. Según dijo, los bastidores y los pinceles son los mejores aliados que encontró para recorrer las horas con otra actividad que no sea estar todo el día pendiente de las noticias o viendo series apoltronado desde su cómodo sillón.

Raúl, quien por 5 años fue director del Museo Provincial de Bellas Artes “Emilio Pettoruti”, reveló que le puso “Caleidoscopio en cuarentena”, a la serie de sus pinturas porque lo remite a ese juguete de la infancia que sus padres le compraron en el Bazar X, un instrumento que lo fascinó por la cambiante dinámica de las formas y colores.

“Ese juguete me acompañó desde chico, incluso llegué a fabricar uno con un cilindro y piedras de colores; esa temática inspira mis cuadros llenos de color y figuras geométricas”, agrega el arquitecto que lleva pintados unos 5 cuadros.

Aunque todas las mañanas arranque el día con el ritual de hacerse unos mates, colocar un viejo mantel en la mesa y comenzar a pintar, Raúl no toma la actividad como parte de una rutina, sino más bien como algo placentero, un bálsamo que lo desconecta de la ansiedad y de las preocupaciones. Afirma que sin proponérselo ya transmitió ese gusto a dos de sus nietas, Josefina y Sofía, quienes en cuarentena se lanzaron a pintar con acrílicos sobre telas.

En una sintonía parecida pasa la cuarentena Nelly Suárez, a ella la vida la ligó al Derecho y se jubiló como jueza, pero siempre tuvo el deseo de desarrollar su vocación por el arte y, cuando se liberó de las obligaciones, pudo aprobar esa materia pendiente.

“Estoy a punto de cumplir 80 años y gracias al taller del grupo Templanza comencé a pintar cuadros e hice un mural en el fondo de mi casa con la técnica del trencadís, esta obra de dos metros cuadrados me llevó todas las tarde de un mes”, afirma y reconoce que esos momentos fueron tan intensos que no quería que se terminara ese cactus y ese sol hechos de mosaiquitos.

Desde marzo hasta ahora Nelly pintó 4 cuadros que expresan belleza y libertad, que nada tienen que ver con el encierro de la cuarentena. También está haciendo un lagarto en el exterior de su casa. “Me gusta estar ocupada, no estoy para nada angustiada”, sentencia con un tono que transmite plenitud.

CABLE A TIERRA

Otros descubrieron su faceta artística cuando quisieron superar el aburrimiento de un día que por momentos se les hacía interminable. Ese es el caso de Fernando López, un empleado que desde que se dispuso la cuarentena trabaja desde su casa.

En las horas del encierro vio que darle nuevas oportunidades a maderas viejas o cartones era algo más que un pasatiempo, una manera de exponer una faceta artística que nunca creyó que tuviera.

“El encierro potenció mi ansiedad y eso, en el contexto de una familia numerosa con adolescentes de distintas edades, fue una combinación explosiva, pero descubrí un cable a tierra trabajando la madera o reciclando cartones. Pude poner la mente en blanco para no renegar por cuestiones tan cotidianas y molestas como que mis hijos se pelearan por la computadora o cosas por el estilo”, afirma el artista que además de trabajos en madera hizo retablos y figuras en papel maché.

Muchos vecinos descubrieron en el encierro nuevas formas de exponer sus facetas artísticas

 

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE a esta promo especial
Multimedia

Nelly Suárez, ex jueza “ Estoy a punto de cumplir 80 años y gracias al taller del grupo Templanza comencé a pintar cuadros e hice un mural en el fondo de mi casa con la técnica del trencadís. Esta obra de dos metros cuadrados me llevó todas las tarde de un mes. Me gusta estar ocupada, no estoy para nada angustiada”.

Rodolfo Briata, docente jubilado y artista “ La cuarentena me sirvió para meterme para adentro, buscar mi paz interior, disfrutar de la casa, del jardín, de cocinar. En mis obras no hay negros, ni grises, hay colores que reflejan el deseo de mantener la esperanza, la libertad. Mi casa parece un museo, pero no me quiero desprender de mis obras”.

Raúl Cóppola, arquitecto “ Ver que a mis nietas Josefina y Sofía les transmití mi gusto por la pintura es una verdadera satisfacción, algo bueno que pasa en cuarentena. El arte es una actividad que potencia la creatividad y hace bien”.

Alicia Del Hoyo, docente y artista “ El arte me potencia, pinto cuadros, pero también hago trencadís –ornamentación con fragmento de mosaicos- y, en la entrada de casa, reflejé en unos pájaros mi gusto por la naturaleza”.

+ Comentarios

Para comentar suscribite haciendo click aquí

ESTA NOTA ES EXCLUSIVA PARA SUSCRIPTORES

HA ALCANZADO EL LIMITE DE NOTAS GRATUITAS

Para disfrutar este artículo, análisis y más,
por favor, suscríbase a uno de nuestros planes digitales

¿Ya tiene suscripción? Ingresar

Full Promocional mensual

$670/mes

*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $6280

Acceso ilimitado a www.eldia.com

Acceso a la versión PDF

Beneficios Club El Día

Suscribirme

Básico Promocional mensual

$515/mes

*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $4065

Acceso ilimitado a www.eldia.com

Suscribirme
Ver todos los planes Ir al Inicio
cargando...
Básico Promocional mensual
Acceso ilimitado a www.eldia.com
$515.-

POR MES*

*Costo por 3 meses. Luego $4065.-/mes
Mustang Cloud - CMS para portales de noticias

Para ver nuestro sitio correctamente gire la pantalla